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Farnós presiona a Benicàssim para proteger su negocio

La sociedad pública condiciona el pago de una deuda de 1,5 millones de euros

María Fabra

Vicente Farnós, director ejecutivo de la sociedad pública Castellón Cultural, está presionando al Ayuntamiento de Benicàssim con no saldar una deuda de 1,5 millones de euros si no realiza un aulario, al que no está obligado el Consistorio. El caso es que Farnós reclama, sin un documento alguno que lo respalde, la construcción de ese aulario en un espacio en el que el Ayuntamiento ha decidido construir un centro termal público, que pasaría a ser competencia directa de las termas marinas que la familia Farnós, que encabeza el ex consejero de Sanidad Joaquín Farnós, posee a escasos metros.

El interés de la familia Farnós por que el proyecto termal público no se lleve a cabo llegó hasta el punto de que, a través de la empresa Iniciativa Aquaspa, presentó una querella, que ha sido archivada, por un supuesto delito de prevaricación contra todos los miembros del equipo de gobierno del Ayuntamiento de Benicàssim y contra el secretario municipal. La mercantil Aquaspa está presidida por el ex consejero de Sanidad del PP y en ella figuran como consejeros todos sus hijos, incluido el director ejecutivo de Castellón Cultural.

El convenio no hace referencia a la infraestructura que exige el Consell
Farnós se querelló para evitar la construcción de otro centro termal

La deuda con el Ayuntamiento procede de las obras de restauración y rehabilitación del palacete de Villa Elisa, destinado a actividades culturales para cuya adecuación el Consistorio firmó, en 2006, un convenio con Castelló Cultural.El acuerdo al que se refiere el director ejecutivo de Castelló Cultural, Vicente Farnós, para exigir la construcción de un aulario en Benicàssim comprometía al Ayuntamiento a pagar los proyectos de rehabilitación del palacete de Villa Elisa y, a la sociedad pública, dependiente de la Generalitat valenciana, a costear el 100% de la ejecución de la obra en el edificio, que es de titularidad municipal. A cambio, Benicàssim cedía la gestión del inmueble durante 25 años.

Los trabajos fueron adjudicados por un importe de 1,8 millones de euros, de los que Castelló Cultural solo ha abonado a la empresa 62.936 euros y eso fue hace más dos años, según fuentes municipales. Debido al impago, el Ayuntamiento ha tenido que adelantar dinero a la adjudicataria hasta un total de 1,5 millones de euros, con el fin de que las obras pudieran continuar, aunque actualmente están paralizadas. El ahogo que para el Consistorio supone una deuda pendiente de semejante calibre "condiciona seriamente la estabilidad económica" de la Administración local, según indicaron fuentes municipales. Por eso, y como medida de presión, el equipo de gobierno decidió colgar una pancarta en el balcón del palacete en la que informa de que la obra están paralizada por el impago de la Generalitat valenciana.

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En los 11 folios que ocupa el convenio no aparece la palabra aulario, ni se hace referencia al condicionante de construir una infraestructura complementaria al palacete. Pese a ello, el directivo de Castelló Cultural ha apelado a su existencia en varias ocasiones.

Ciertamente, el Ayuntamiento de Benicàssim, durante la anterior legislatura, planteó la posibilidad de construir un aulario en la zona conocida como Pontazgo, junto al hotel Voramar y a escasos metros del centro termal de la familia Farnós. Sin embargo, el equipo de gobierno, presidido ahora por el socialista Francesc Colomer, cambió de opinión y apostó por levantar, en ese mismo sitio y como parte de su apuesta por el turismo familiar y de salud, un balneario de agua marina de carácter público.

Según anunció el Ayuntamiento, las instalaciones termales serán costeadas por el urbanizador al que se adjudicó el desarrollo de este sector. En cualquier caso, la urbanización de esta área y lo que finalmente se construya en ella no forma parte del convenio firmado entre el Consistorio y la sociedad pública. Aún así, Vicente Farnós ha mantenido que la deuda no se saldará hasta que no se construya el aulario en el lugar en el que el Ayuntamiento quiere instalar el centro termal que haría competencia al negocio de su familia.

Este diario trató ayer, sin éxito, conocer la versión de Vicente Farnós.

Por su parte, el Ayuntamiento de Benicàssim siempre ha defendido que el acuerdo "no incluye la construcción del aulario", tal como señaló el edil de Hacienda, Ramón Álvarez, y ha acusado al director ejecutivo de Castelló Cultural de "falsear el contenido del convenio para ocultar el incumplimiento del PP". Las diferencias entre el nuevo proyecto del Consistorio benicense y la familia Farnós se concentraron en una querella en la que acusaban al equipo de gobierno de prevaricación, por lo que consideraron un procedimiento de adjudicación de desarrollo del sector fraudulento. La denuncia, que ha sido archivada, fue presentada a nombre de Iniciativas Aquaspa, una empresa en la que figuran el ex consejero de Sanidad, Joaquín Farnós, y todos sus hijos, entre los que se encuentra el director ejecutivo de Castelló Cultural. Pese al archivo, la familia ya ha anunciado que recurrirá el fallo, con lo que en medio de litigios, la ejecución del centro termal público puede demorarse.

El archivo de la querella provocó la lógica satisfacción en el equipo de gobierno, que había mostrado su preocupación por la posibilidad de que detrás de esta querella "hubiera un trasfondo político" al existir "una sospechosa coincidencia entre los argumentos que utilizan los querellantes y los esgrimidos por otros grupos políticos de la población", tal como señalaron en un comunicado conjunto firmado por PSPV, EU y Bloc, los tres partidos que forman el equipo de gobierno. De hecho, parte de la documentación sobre la que se basó la querella de la familia Farnós coincidió con la que, días antes, había pedido el PP en el propio Ayuntamiento.

Joaquín Farnós se ha convertido, en los últimos meses, en azote del alcalde de Benicàssim y portavoz del Grupo Socialista en la Diputación, Francesc Colomer. Al mismo tiempo, el PP se ha concentrado en el reconocimiento de la labor del ex consejero hasta el punto de que el Ayuntamiento de Vila-real fue escenario de una agria polémica ya que el PP decidió premiarle con la medalla de honor de la ciudad, distinción para la que se requiere el apoyo de dos terceras partes del pleno, que los populares no alcanzaban. Por ello, hubieron de limitarse a entregarle la medalla de oro, que solo precisa de la mayoría absoluta Farnós recibió este mismo mes otro premio de reconocimiento otorgado por la Diputación de Castellón.

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