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CINE | La semana por delante

Amor irracional

Hay artistas que usan el lienzo. Otros, la música. Y algunos, lo audiovisual. Andrés Sanz, grande en esta tercera categoría, es un creador raro en el cine español. Porque sus cortometrajes no son solo narrativos, sino emocionales y claramente arriesgados en lo artístico. Quien haya visto Bedford podrá intuir hacia dónde va su corto Flat love, que mañana lunes, a las 20.00, se puede ver en La Casa Encendida (ronda de Valencia, 3) junto con lo mejor de la última hornada de cortometrajes españoles.

Flat love cuenta con una narradora de voz subyugante, Isabella Rossellini, y una historia que juega a mezclar el amor, la pintura y las dos y tres dimensiones. Son 15 minutos de una relación sentimental casi imposible, en los que Sanz utiliza virtuosamente todos los recursos que pone a su disposición la pantalla plana y la posibilidad del 3D (de ahí el título del filme), la pintura pop y el aroma neoyorquino que también marcaba Bedford. Un camino que deberían tomar más cineastas, que a veces olvidan que las películas no son novelas ilustradas.

Fotograma de <i>Bedford, </i>cortometraje de Andrés Sanz.
Fotograma de Bedford, cortometraje de Andrés Sanz.
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Sobre la firma

Gregorio Belinchón
Es redactor de la sección de Cultura, especializado en cine. En el diario trabajó antes en Babelia, El Espectador y Tentaciones. Empezó en radios locales de Madrid, y ha colaborado en diversas publicaciones cinematográficas como Cinemanía o Academia. Es licenciado en Periodismo por la Universidad Complutense y Máster en Relaciones Internacionales.

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