"La coordinación económica debió hacerse hace años, al nacer el euro"
"Habíamos preparado todas las crisis posibles, pero debo reconocer que esa no se nos ocurrió". La erupción del volcán islandés Eyjafjalla sorprendió al secretario de Estado para la Unión Europea, Diego López Garrido (Madrid, 1947), el 16 de abril en Bruselas, cuando se disponía a volar a Madrid. La nube de ceniza se extendió por Europa y provocó un cierre sin precedentes del espacio aéreo. Pero él asegura que aquel fin de semana, en la sede de Eurocontrol, se logró evitar lo peor y se sacaron lecciones para el futuro. "No puede ser que haya 27 espacios aéreos en Europa. Hay que ir a una política de cielos abiertos. Vamos a anticipar a 2011 lo que estaba previsto para 2013".
Pregunta. Europa se construye a golpe de crisis. Y al semestre de presidencia española no le han faltado: el terremoto de Haití, la nube volcánica y la crisis de la deuda soberana. ¿Cuál de las tres ha sido peor?
"La crisis nos ha puesto ante el espejo y nos ha obligado a dar el paso"
"Hemos evitado el naufragio del euro y marcado el rumbo de la Unión"
Respuesta. Lo más trágico, el terremoto. Lo más inesperado, el volcán. Lo más complicado, la crisis de la deuda, porque se suma a la crisis financiera inicial y a la de la economía productiva, que provocó una recesión de la que Europa empezaba a salir.
P. El hecho de que a España, se la señalase con el dedo por su abultado déficit ¿no la invalidaba para dirigir la UE?
R. En absoluto. La prueba es que hemos presidido el Ecofin, de donde han salido todas las iniciativas, de la ayuda a Grecia al mecanismo de estabilización de 750.000 millones de euros.
P. Se perdieron tres meses, de febrero a mayo, en aprobar el plan de rescate para Grecia.
R. Lo que hicieron los líderes europeos el 11 de febrero fue dar apoyo político a Grecia y proclamar que ningún país de la zona euro suspendería pagos. Entonces se pensó que ese compromiso bastaría para calmar a los mercados. No fue así. Y hubo que aprobar la ayuda directa.
P. En ese tiempo el interés se disparó y el rescate fue más caro.
R. Está clarísimo.
P. Solo porque la canciller [alemana Angela] Merkel tenía unas elecciones regionales...
R. No es eso lo que nos dicen los alemanes. Alegan que deben cumplir sus requisitos constitucionales. Pero, aunque pareciese lenta, la decisión se tomó.
P. ¿Cuál fue el peor momento?
R. La semana del 3 al 9 de mayo. Cuando la UE tuvo que decidir, de verdad, su ayuda a Grecia y repartir la carga entre los miembros de la eurozona. Lo que estaba en juego era el propio euro, un elemento central de la construcción europea. Ese es el momento crítico, desde luego cuando yo lo pasé peor.
P. ¿Por qué los mercados no se lo creen? Ni siquiera tras la creación del fondo de estabilización cesan los ataques.
R. Faltaba algo que se ha conseguido en el Consejo Europeo de junio: una credibilidad real de que vamos a llevar a cabo una política económica coordinada. Ese paso debió haberse dado hace años, cuando se creó el euro, pero no se hizo.
P. España defendió sanciones para quienes no cumplieran los objetivos de la Estrategia 2020.
R. Defendimos que se pusieran al servicio de la Estrategia 2020 todas las políticas europeas, incluidos los fondos. Y eso es una sanción implícita. Ahí está la gran novedad, porque la Estrategia de Lisboa se limitaba a recomendaciones beatíficas.
P. Más duras son las sanciones previstas para quienes incumplan el 3% de déficit.
R. Hay que evitar que se reproduzcan los desequilibrios que terminan afectando a la unión monetaria. La coordinación de políticas económicas ha sido el objetivo prioritario de la presidencia. Y España lo ha logrado.
P. Lo ha logrado y lo ha sufrido. Ha tenido que asumir medidas drásticas de ajuste, ha probado la medicina que predicaba.
R. Predicábamos la coordinación, no el ajuste. Pero éste ha sido imprescindible. Después de España lo han hecho Alemania, Francia, Italia y Reino Unido.
P. La coordinación se hace por necesidad, no por convicción.
R. La crisis nos ha puesto frente al espejo y nos ha obligado a dar un paso que estaba pendiente desde hace tiempo.
P. ¿Qué esperaba que sucediera este semestre y no ocurrió?
R. Esperaba una cumbre con Obama y no se produjo. Para nosotros, ha sido una frustración. En cambio, no esperaba tantos acuerdos con Estados Unidos en materias como la lucha contra el terrorismo o la seguridad aérea.
P. ¿Qué ha hecho la presidencia española que afecte a la vida cotidiana de los ciudadanos?
R. Para mí, tres iniciativas que, por sí solas, ya la justifican. La orden de protección de las víctimas de la violencia de género, la iniciativa legislativa popular y la sanidad transfronteriza.
P. La oposición le ha dado calabazas ¿qué nota le pondría usted a la presidencia?
R. No soy quién para hacerlo, pero creo que España ha hecho lo que le tocaba: conducir la nave, capear el temporal, evitar el naufragio del euro y marcar el rumbo para los próximos años. Todo ello en un momento muy difícil, con unos nuevos actores [Herman Van Rompuy y Catherine Ashton] a los que había que hacer sitio. Es posible que la maquinaria haya podido chirriar en algún momento, pero, en general, ha funcionado bien engrasada.
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