Italia está seca

Baggio y Schillaci iluminaron las noches del Mundial de Italia en 1990. Baggio y Casiraghi aguantaban el calor insoportable de Estados Unidos 1994. Baggio y Vieri acabaron casi llorando en Francia 98. Vieri y Totti se estrellaron contra Byron Moreno en Corea y Japón 2002. Totti, Toni, Gilardino y Del Piero se proclamaron campeones en Alemania 2006.

Italia ha viajado a Sudáfrica con cinco delanteros: Gilardino, Pazzini, Iaquinta, Di Natale y Quagliarella. Entre todos han marcado 87 goles la temporada pasada. Pero el poder ofensivo parece habérsele acabado en mayo cuando terminó la Liga. Italia ha marcado dos goles en los dos primeros partidos del Mundial. Uno solo ha sido marcado por un punta (Iaquinta, de penalti) y lo que es peor para el equipo es que de los 10 remates a puerta (cinco contra Paraguay y cinco contra Nueva Zelanda) solo dos han sido obra de los delanteros.

Nunca antes Italia había tenido tan poco poder ofensivo. Lippi dejó fuera de la lista a Del Piero, Totti, Cassano y Giuseppe Rossi. Lleva dos semanas repitiendo que no se ha dejado en casa a "ningún fenómeno" y aun así expresa su deseo de que aparezca un fenómeno Paolo Rossi. Hoy Italia se juega el pase a octavos contra Eslovaquia. Y Lippi entregará el mando del ataque a Iaquinta, Pazzini y Di Natale (pichichi del calcio con 29 goles, protagonista de la fase de clasificación y suplente hasta ahora). "El problema de Italia es que siempre empezó con el marcador en contra y cuando tiene que atacar para darle la vuelta al resultado le cuesta mucho. Más si los delanteros no tienen mucha movilidad. Uno como Spillo Altobelli le iría muy bien a este equipo", explica por teléfono desde Sudáfrica Giuseppe Bergomi.

Spillo Altobelli fue compañero de selección de Bergomi en el Mundial de 1986. Italia, igual que ahora en Sudáfrica, acudía para defender el título. Igual que ahora, empató los dos primeros partidos (contra Bulgaria y Argentina). Igual que ahora, los empató a uno. Pero Altobelli sí marcaba. Anotó en los dos primeros partidos y también en el tercero (3-2 contra Corea del Sur; uno fue en propia puerta) el que selló el pase de la azzurra a octavos. "Veo los mismos problemas que teníamos nosotros en México. Cuando llegas a un Mundial defendiendo un título sientes la presión. Aunque todos digan que no, sí la hay y eso te impide jugar con soltura", cuenta Altobelli.

"Nuestros delanteros no se han vuelto malos en dos semanas, el problema es más bien físico. No están todavía a tope y eso lo notas ahora porque les cuesta atacar y jugar contra equipos pequeños. Nos crecemos contra rivales más grandes", añade Altobelli. Bergomi, sin embargo, sí cree que hay otro problema. "La selección tiene poco gol, pero no es ahora, es algo que se veía venir desde hace tiempo... eso explica porque todos estén esperando a Pirlo", dice. Pirlo no es delantero, pero es el único jugador de calidad de esta selección que hoy se juega el pase a octavos a la espera de que aparezca un Paolo Rossi.