Ritmos judíos en Córdoba
La cantante Françoise Atlan actúa en el Festival Internacional de Música Sefardí
Desde hace nueve años Córdoba recupera el sonido de una de las culturas que, junto a la musulmana y a la cristiana, hizo célebre a la ciudad: la sefardí. Los ritmos judíos, algunos de raíz ibérica, se abren un hueco con el Festival Internacional de Música Sefardí, organizado por el Ayuntamiento de Córdoba, con la colaboración, entre otras entidades, de la Red de Juderías de España Caminos de Sefarad.
El certamen, que comenzó el martes y se prolongará hasta el sábado, se desarrolla en el Jardín Botánico, muy cerca del río, al refugio de las cálidas noches que ya empiezan a sufrirse en la ciudad. En esta ocasión, son cinco los grupos que se dan cita en el escenario para recuperar todos los colores de esta cultura milenaria.
El trío Hristov recupera los sonidos 'klezmer', que tienen origen en el siglo XIII
El trío búlgaro Hristov fue el encargado de comenzar el ciclo el martes, con sus ritmos y melodías klezmer. El klezmer tiene su origen en los siglos XIII y XIV, mezclando ritmos e instrumentos de países como Ucrania, Polonia o Rumania. A pesar de que también sirve para describir las tristezas de la población judía, se interpreta con más frecuencia en las celebraciones. Nasco Hristov, al acordeón, explicó antes del concierto, en un claro castellano, los ingredientes del repertorio que ofrecieron. "Queremos que sea una noche alegre, así que van a escuchar la música que se toca en las bodas judías, sefardíes y askenazíes, de Bulgaria y del resto de los Balcanes", comentó justo antes de romper el silencio con las notas aceleradas de sus temas.
Su hermano Ivo protagonizó algunas melodías con su clarinete como La danza de los novios, una canción klezmer originaria de Transilvania. "Se trata de un tema muy divertido, muy energético", advirtió Ivo. Los hermanos Hristov también tocaron temas de los sefardíes que se asentaron en los Balcanes. "Cuando los sefardíes llegaron después de 1492 adoptaron un montón de melodías a su propio estilo, que se caracteriza por tener un compás muy poco común: un 7 por 8", explicó Nasco, antes de arrancar con uno de estas canciones: Baile de bodas.
La noche de ayer guardaba una sorpresa para el público: un taller de danza para aprender alguno de los bailes tradicionales que interpretó después Baet Klezmer Band. La intención era enseñar pasos sencillos, que no requiriesen de ningún conocimiento previo, y animar a los espectadores a bailar.
Baet Klezmer Band es un conjunto español creado hace siete años. Inicialmente, era un cuarteto de jóvenes músicos aficionados al folk gallego e irlandés; pero en 2005, los integrantes se quedaron prendados de la música klezmer, estilo que no han dejado de interpretar, al tiempo que la formación ha ido creciendo.
Esta noche, el certamen continúa con la actuación de la cantante Françoise Atlan. De origen francés y raíces hebreas y bereberes, se la considera una de las mejores intérpretes de la música sefardí que ha pasado por escenarios como el Carnegie Hall de Nueva York o el Festival de Música Sacra de Fez. Atlan ganó el Premio Villa Medicis Hors Le Murs por su recuperación de la música y poesía tradicionales de Fez.
Mañana será el turno del dúo canadiense formado por Judith Cohen y su hija Tamar Ilana. Cohen es especialista en música sefardí, mientras que Ilana también ha estudiado baile y cante flamenco en Toronto. Su actuación incluirá romances sefardíes y cantares de boda.
El Festival termina el sábado con el coro turco Estreyikas d'Estambol formado por 40 chicos y chicas de 8 a 14 años con un repertorio de canciones sefardíes, tanto populares, como religiosas.
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