Progreso y tecnología

Es incuestionable que la investigación científica avanza rápidamente y con tecnología punta, pero también es obvio que no siempre la senda por la que discurre la ciencia es la más acertada. Ateniéndonos a los datos estadísticos se constata que la inversión a nivel mundial es cinco veces superior en medicamentos para la virilidad masculina y silicona para las mujeres que para la cura del alzhéimer.

Al respecto, es indudable que los laboratorios apuestan más por el rédito económico que por el fin de sus productos. Así tendremos ancianos con vigor sexual y ancianas con pechos voluminosos pero que, en ningún caso, se acordarán de para qué les sirve, pues su memoria estará irremediable y gravemente deteriorada. Estas son las cosas del errático progreso.