Un recluso se fuga del hospital de Torremolinos

Un preso de 45 años se fugó ayer del hospital Marítimo de Torremolinos (Málaga) al que había sido trasladado para una consulta programada del área de traumatología. El interno, de iniciales M. A., le echó teatro a la huida. Salió de la prisión de Alhaurín de la Torre con dos muletas y se paró un par de veces en el pasillo fingiendo que no podía caminar. "Iba a una cura de una operación de fístula, pero como estos datos se suelen proporcionar en sobre cerrado, los agentes no le pusieron las esposas", apuntan fuentes del instituto armado. Se escapó poco después de llegar al hospital. En la huida, llegó a saltar un muro del centro sanitario.

"Fue imposible pararle. Era un bicharraco de 1,90 metros y más de 100 kilos", añaden las mismas fuentes. Le frenaron hasta en tres ocasiones, pero se les escabulló. Uno de los guardias fue atendido por una lesión en la muñeca.

El prófugo llevaba nueve meses en prisión preventiva por hurto y estafa. Su juicio estaba fijado para mañana. "No tenía antecedentes de fugas", aseguran fuentes penitenciarias.

El pasado 10 de junio, otro encarcelado huyó de una visita a la Universidad de Huelva. Este recluso regresó días después a la prisión provincial. Este mismo mes, uno de los imputados por maltratar a una vaquilla en Alhaurín el Grande escapó del puesto de la Guardia Civil en la localidad antes de ser puesto a disposición judicial.

"Las fugas son mínimas si se las comparada con el número de presos que se mueven", afirmaron desde la Asociación Unificada de la Guardia Civil.