Cataluña debate los retos de la economía

Políticos y empresarios catalanes pasaron revista esta semana en Barcelona a los principales retos con que se enfrenta la economía y a posibles vías de solución, en la jornada Cataluña después de la crisis, organizada en el Palau de la Música por EL PAÍS, en colaboración con la Generalitat y Abertis. El presidente de la Generalitat, José Montilla, insistió en la necesidad de "hacer los deberes", en alusión al binomio de ajustes y reformas que propugnó, junto a su consejero de Economía, Antoni Castells. Para Castells, la alternativa a una medicina "dura, drástica" que imponen las circunstancias es una larga agonía económica de la que no debe excluirse el riesgo de caer en un estancamiento a la japonesa. El consejero de Obras Públicas y Política Territorial, Joaquim Nadal, alertó de que el peso de la austeridad no debe descargarse con exceso sobre la inversión en infraestructuras, porque "hacen falta", porque Cataluña no ha alcanzado "el mínimo exigible" y porque pueden contribuir a reimpulsar la economía.

El consejero Antoni Castells pide combinar "ajuste duro y reformas"

Los miembros del Ejecutivo catalán -entre los que también se contó la consejera de Trabajo, Mar Serna, quien puso énfasis en que la mejora de la tasa de paro "no va a venir con abaratar el despido", además de los secretarios de Economía y de Industria, Andreu Morillas y Antoni Soy, respectivamente- pusieron de relieve las fortalezas de la economía catalana. Esta es más abierta que la economía española y se beneficia del tirón que han dado las exportaciones en lo que va de año, por lo que aspira a ser "tractor" de la recuperación española, según Castells. Cataluña cuenta, además, con una arraigada base industrial que reivindicaron varios de los empresarios. "Debemos ser un país fuertemente industrializado", dijo Carles Sumarroca, vicepresidente de Comsa Emte.

Como Sumarroca, el presidente de Fira de Barcelona y de Freixenet, Josep Lluís Bonet, y el director general de Simon Holding, Xavier Torra, enfatizaron la necesidad de ahondar en la internacionalización para diversificar riesgos y ganar nuevos mercados. Los empresarios también se quejaron de las dificultades para acceder al crédito. Un problema que sufren, sobre todo, las pymes -como recordó el presidente de la Cámara de Comercio de Barcelona, Miquel Valls- y que está aquí para quedarse un tiempo. "Durante unos años el crédito estará contenido", auguró el consejero delegado del Banc Sabadell, Jaume Guardiola. También apuntó que se acabó la época del crédito barato.

Los secretarios generales de CC OO y UGT de Cataluña, Joan Carles Gallego y Josep Maria Álvarez, lamentaron las mayores facilidades para el despido y la reforma del mercado laboral. Este fue calificado de "demasiado rígido" por el presidente de la patronal Pimec, Josep González, que criticó que un empresario que quiera recortar plantilla "nunca sabe cuánto le costará".