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Tres barcos de la Armada vigilarán los pecios andaluces

La Junta y el Estado acuerdan la conservación de los restos sumergidos

El Ministerio de Defensa aportará tres barcos y personal técnico. El Ministerio de Cultura, el libro verde sobre arqueología subacuática. Y la Junta de Andalucía tutelará, como ha hecho hasta ahora, el patrimonio histórico que permanece bajo el agua. Son los acuerdos a grandes rasgos alcanzados por las tres administraciones y que ponen fin a varios meses de recelos que han logrado solventarse. La Consejería de Cultura seguirá llevando el peso del estudio, conservación y patrimonio de los pecios pero ahora contará con la ayuda de la Armada, que siempre ha estado interesada en investigar su propio pasado sumergido.

"Se trata de que cada uno aporte lo que tenga y que podamos ser capaces de aprovechar nuestros recursos", resume la directora general de Bienes Culturales de la Junta de Andalucía, Margarita Sánchez. Hace meses, tras la presentación del Plan Nacional de Arqueología Subacuática, se había anunciado la participación activa de la Armada en la búsqueda, custodia y recuperación de restos bajo el mar. Sin embargo, la legislación española recoge que son las comunidades autónomas las que deben velar por ese patrimonio.

Para evitar incómodas fricciones todas las partes se sentaron a negociar y la solución se ha dado a conocer en el marco de la convención para la protección del patrimonio histórico subacuático de la Unesco.

El Ministerio de Cultura es el que ha elaborado el libro verde que recoge un decálogo de medidas, entre las que se encuentran la elaboración de cartas arqueológicas, la formación de profesionales, la coordinación entre comunidades y la colaboración con otros departamentos del Gobierno, como Interior o Defensa. El libro verde fomenta la participación de la Guardia Civil o de la Armada en la protección física de los pecios en los casos más graves.

Este documento toma como referencia la labor desarrollada en los últimos 11 años por el Centro de Arqueología Subacuática de Andalucía (CAS), con sede en Cádiz, que, entre otras medidas pioneras ha impulsado la protección de yacimientos bajo el agua como zonas arqueológicas o zonas de servidumbre arqueológica.

Su directora, que ha intervenido como única representante española en este cónclave, Carmen García Rivera, destaca que la Unesco ha promovido no sólo la protección frente a los expolios sino también contra otro tipo de riesgos más comunes, como el de obras de ampliación de puertos o construcción de infraestructuras. "Es algo que en Andalucía hemos ya conseguido", apunta García Rivera.

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