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Apuntes

Un seguro contra la crisis

Los universitarios presentan la mitad de paro que la media - Su tasa de desempleo se asemeja a la de la población general en la Unión Europea

Ignacio Zafra

"Hay mucha gente que dice: mi hijo recién licenciado gana menos que un fontanero. El problema es que normalmente se compara a un joven -y el colectivo de jóvenes tiene problemas laborales específicos- con un profesional con años de experiencia", explica José Manuel Pastor, miembro del Instituto Valenciano de Investigaciones Económicas (IVIE). "La comparación correcta debería hacerse, por ejemplo, entre un licenciado en Administración y Dirección de Empresas de 50 años y un fontanero de 50 años. O entre un recién licenciado y un aprendiz de fontanero. El resultado indica que en cualquier tramo de edad los universitarios tienen menor tasa de paro, mayor tasa de actividad y mejor salario que el resto".

"Muchas empresas buscan titulados a secas", explica el director del Opal
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A final de 2009 (el último dato desagregado de que dispone el IVIE) la tasa de desempleo entre los licenciados valencianos era del 9,5%. La tasa global era del 21,2. Y la de aquellos con estudios medios (los más numerosos), del 22,9%. Desde entonces el paro ha seguido aumentando, aunque a un ritmo menor. Pero las enormes diferencias en función del nivel de formación se mantienen, según confirma la última oleada de la Encuesta de Población Activa (EPA) para el conjunto de España.

El paro entre los universitarios valencianos no desentona respecto a la media de desempleo de la UE (aunque en este caso el dato se refiera al total de la población). El paro entre los no universitarios, en cambio, sitúa al mercado laboral valenciano (y español) en una galaxia distinta de la europea. La inserción de los universitarios varía de forma importante entre ramas de conocimiento (en un extremo, para peor, los de Humanidades; en el otro, los del área de Salud). Pero esa diferencia, notable al poco tiempo de acabar los estudios, tiende a converger con los años.

No solo eso: "Muchas empresas demandan universitarios a secas. No buscan un perfil concreto de titulación, posgrado, etcétera. Porque confían en el potencial de aprendizaje de los titulados", señala Vicente González, director del Observatorio de Inserción Profesional y Asesoramiento Laboral (Opal) de la Universitat de València, que gestiona una bolsa de trabajo con 11.000 titulados y un millar de empresas.

González está convencido de que el fenómeno irá a más. "Antes, una persona preparada se formaba para una ocupación muy concreta. Ahora, la formación permite desempeñar varias ocupaciones. La flexibilidad funcional se explica porque la sociedad también es más dinámica. Los puestos de trabajo son más complejos y cambian. Un factor esencial para manejarse en ese nuevo escenario es la capacidad de aprendizaje, y los universitarios la tienen acreditada. Por eso, el reto de la formación no es tanto la transmisión de conocimientos como el desarrollo y la adquisición de competencias. Que los egresados sean capaces de encontrar información en fuentes fiables. Que sepan sintetizarla, sacar conclusiones, comunicarlas, trabajar cooperativamente. Y que además tengan las competencias propias de cada titulación, como por ejemplo saber analizar una sustancia".

¿Quién dijo demasiados?

Además del caso del fontanero, también es fácil oír la opinión de que hay demasiados jóvenes en la Universidad. José Manuel Pastor, del IVIE, recuerda que según las estimaciones de organismos internacionales como la OCDE lo apropiado para una sociedad desarrollada es que la proporción de titulados superiores oscile entre el 30% y el 40%. "En la población joven, España ha llegado, pero en la población general todavía no. Estamos más bien entre el 15% y el 20%".

Reformulada de otra manera la cuestión sería: ¿cómo van a hacer falta más universitarios si una parte de ellos está sin trabajo? "Pero eso es como plantearse qué fue antes, el huevo o la gallina", responde Pastor. "Las empresas montadas por universitarios tienden a incorporar a una mayor proporción de universitarios. El capital humano pide capital humano. Probablemente hace falta un sustrato universitario más importante para que sea posible contratar a más. Aparte de ser un factor imprescindible para el cambio de modelo productivo".

Pastor admite que el mercado laboral valenciano es menos intensivo en la demanda de universitarios que el español, y mucho menos que las autonomías más avanzadas. Con todo, añade, los hechos son los hechos: la tasa de paro de los titulados fluctúa menos que la media, tienen más facilidad para adaptarse a los cambios, y sus empleos presentan menos temporalidad.

Tasas de paro

- El desempleo afectaba a final de 2009 al 21% de la población activa valenciana. Y por niveles de formación:

- Sin estudios o con estudios primarios: 27,5%.

- Estudios medios: 22,9%.

- Diplomados: 11,1%.

- Licenciados: 9,5%.

- En el conjunto de España la tasa de paro era del 18%. Y por niveles:

- Sin estudios: 26%.

- Estudios medios: 19,4%.

- Diplomados: 9,3%.

- Licenciados: 7,7,%.

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Sobre la firma

Ignacio Zafra
Es redactor de la sección de Sociedad del diario EL PAÍS y está especializado en temas de política educativa. Ha desarrollado su carrera en EL PAÍS. Es licenciado en Derecho por la Universidad de Valencia y Máster de periodismo por la Universidad Autónoma de Madrid y EL PAÍS.

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