Las almadrabas dejan de pescar tras alcanzar el cupo de capturas
La redes servirán ahora para el estudio de la población de atún rojo
Las almadrabas gaditanas ya han pescado todo lo que podían. Con las últimas capturas de Zahara y Conil, que se esperan conseguir hoy mismo, el Ministerio de Medio Ambiente, Medio Rural y Marino dará por cerrada la campaña del atún rojo. El laberinto subacuático de redes seguirá instalado porque, por primera vez, las almadrabas servirán para que el Instituto Español de Oceanografía estudie la población del atún rojo. Como el año pasado, se ha alcanzado el volumen máximo de capturas permitido cuando todavía había ejemplares en las redes y que se dejarán en libertad.
La primera almadraba en cerrarse fue la de Tarifa. La Secretaría General del Mar ordenó para las capturas el pasado día 9. La de Barbate se clausuró el miércoles pasado y hoy se espera que den por terminada la campaña Zahara y Conil, a las que les quedan cinco toneladas de atún rojo por capturar.
El Parlamento Europeo aprueba nuevas medidas para proteger la especie
El cupo total admisible de capturas en esta campaña para las cuatro almadrabas era de 889 toneladas, un 40% menos que el año pasado, en el que también hubo recortes. Pero este final de la campaña será distinto.
Para evitar que la mayoría de trabajadores se fueran al paro una vez se alcanzara el límite de capturas, las administraciones llegaron a un acuerdo para que el conjunto de redes sirviera de laboratorio científico para estudiar la población de atún rojo. De esta actividad se encargan los técnicos del Instituto Español de Oceanografía que registrarán el número y el tamaño de los peces. Las almadrabas seguirán funcionando mientras continúe la migración del atún desde el Atlántico al Mediterráneo. La campaña pesquera se ha cerrado cuando continuaban estos viajes. De hecho, en el laberinto de redes han quedado atrapados atunes que deberán ser soltados para no incumplir la normativa internacional. Los análisis científicos que continuarán en los próximos días no permiten extracción de ejemplares.
"Las redes se desmontarán próximamente cuando veamos que el paso migratorio ha terminado. Los atunes se irán soltando y liberando pero se pueden ir contabilizando para el estudio científico del Instituto Español de Oceanografía", explicó ayer el responsable de la Organización de Productores Pesqueros de Almadraba. Se cierra así una de las campañas más intensas, que estuvo a punto de no iniciarse, ya que los empresarios dudaron de poder obtener rentabilidad con la drástica reducción de capturas establecida. La presión de la Junta de Andalucía permitió ampliar las capturas y el tiempo de trabajo gracias a la faena añadida de la investigación científica y también conseguir dinero para poner en marcha una campaña de promoción del atún rojo. Así, se organizaron diferentes ferias gastronó-micas en Zahara, Conil y Barbate y la visita de los cocineros más prestigiosos de España, como Ferrán Adrià y Juan María Arzak, a la comarca para conocer los secretos de este sistema de pesca milenario.
El futuro de la campaña del próximo año es incierto. Dependerá de lo que decida la Comisión del Atún del Atlántico Norte (ICCAT), el organismo internacional que vela por el atún rojo, que tiene previsto reunirse después del verano para analizar la situación de la especie y decidir si se toman nuevas medidas de precaución.
Todo esto mientras está abierto el debate entre pescadores y administraciones. Los primeros defienden que las medidas preventivas han favorecido ya la recuperación del atún. Las segundas prefieren esperar a los análisis científicos. Por si acaso, y para evitar desmanes anteriores cometidos por pesquerías de otras zonas, el pleno del Parlamento Europeo aprobó ayer un nuevo reglamento que establecerá medidas más estrictas para el control de las capturas del atún rojo. Estas nuevas normas afectarán sobre todo la flota de cerco del Mediterráneo.
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