Un asunto de generaciones
Francia y México debaten con distinto espíritu sobre los jóvenes y las viejas guardias antes de un partido vital para la clasificación
La Copa del Mundo de Fútbol comenzó en Uruguay el 13 de julio de 1930 con un Francia-México. Los franceses ganaron por 4-1 y, desde entonces, solo han cedido un empate en sus enfrentamientos con los mexicanos. Aunque al seleccionador Raymond Domenech le gusta más la astrología que la historia, seguramente hoy deseará más que nunca que continúe la racha frente a los muchachos del Vasco Aguirre, y mucho más tras las críticas recibidas después de su fallido debut contra Uruguay (0-0).
Incluso Zinedine Zidane, un futbolista mesurado en sus declaraciones, expresó su contrariedad por la actuación de su selección y particularmente de su técnico. "Domenech no es un entrenador sino que simplemente ha hecho una selección y la ha puesto en el campo. No hay juego de equipo". "No es fácil jugar con el clima que hay", ha respondido Malouda. "Hay un montón de expectativas y las críticas incomodan".
Mientras los veteranos 'bleus' son criticados, los mexicanos elogian a sus jóvenes talentos
Ocurre que Domenech ya está acostumbrado a vivir en el alambre desde que relevó a Santini en 2004. Lleva mucho tiempo en la selección, el que más partidos y más victorias si hoy gana su equipo, y ha pasado por las experiencias más extremas, como la de ser eliminado de la pasada Eurocopa en cuartos o alcanzar la final del Mundial de Alemania después de batir a España y Brasil. "La victoria contra México sería un excelente sedante para ganar confianza", anuncia Aime Jacquet, el seleccionador que llevó a Francia a ganar la copa en 1998.
El problema es que la selección de Domenech es un grupo desnortado, necesitado de trazo, falto de definición. El seleccionador no consigue cuadrar la alineación y el equipo ya lleva tres partidos sin marcar, circunstancia que puede provocar cambios en el cuarteto atacante: Ribéry, Gourcuff, Gouvou y Anelka. Hay dos nombres propios que monopolizan el interés: Gourcuff y Anelka. Al centrocampista le podrían retirar los galones en beneficio de Ribéry mientras Malouda actuaría en la banda y el delantero podría ser sustituido por Henry.
Aunque su jugada con la mano permitió la clasificación de Francia ante Irlanda, Henry lleva un año de penitencia, extraviado, protagonista por las circunstancias y las lesiones más que por sus goles: 51 en 121 partidos de la selección. Incluso se felicitó en el Barcelona por la titularidad de Pedro para poder competir mejor en el Mundial. Tampoco ha sido la mejor temporada de Ribéry. No es fácil dar con la fórmula en una selección a la que le está costando demasiado renovarse y facilitar la convivencia de los jugadores por los muchos vicios adquiridos que supone la presencia de Domenech.
Tampoco entusiasma México, una selección que está al mando de otro ilustre veterano barcelonista que, como Henry, ha estado un año casi parado, Rafa Márquez. El central marcó el gol del empate ante Sudáfrica después de una actuación colectiva muy deficiente. El equipo no tuvo empaque ni liderazgo en su estreno mundialista. Le cuesta acabar las jugadas, plagado de jugadores de tres cuartos de cancha, volantes que se asocian bien. Le falta continuidad y pegada.
Giovani dos Santos, Vela, Torrado, Guardado, son nombres propios en el fútbol. El problema es que no hay un delantero que acabe las jugadas de los centrocampistas y mediapuntas porque a Hernández todavía le falta oficio a sus 22 años, 11 menos que Blanco. Aguirre apuesta en cualquier caso por la generación dorada. El ex azulgrana Giovanni, ahora en el Galatasaray, tiene 22 años y Vela ha cumplido 21 en el Arsenal. Ambos fueron campeones del mundo sub-17 en el 2005.
"No jugamos pequeños contra mayores sino que nos mezclamos en un mismo equipo que ahora precisa mejorar su espíritu colectivo", precisa Blanco. "Tengo la mejor generación de jóvenes mexicanos de la historia, jugadores que ya han ganado y, por tanto, pueden ayudar a vencer a los mayores", sentencia Aguirre. Al igual que Francia, México necesita la victoria después de empatar ante los anfitriones a última hora con un gol del representante de la vieja guardia, Rafa Márquez.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.