Un documental homenajea al músico de pequeño aforo
La película se estrena hoy en Santiago con un concierto
Los avatares del músico que no llena estadios, tampoco salas de tamaño medio, ese que pelea por hacerse entre el tintineo de los vasos de tubo y el rumor de las conversaciones en bares y pubs, vertebran la narración de Naturalidade Silvestre: O Filme. "Es un homenaje a los pequeños músicos que se ganan la vida tocando en lugares de escaso aforo", explica el cantautor pop Roger de Flor. El documental, que se preestrena hoy a las ocho y media en el Teatro Principal de Santiago, lo ha dirigido Carlos Alberto Alonso.
La idea para la cinta surgió de la relación de Alonso con Roger de Flor. "Cuando Carlos volvió de Barcelona, donde había estado viviendo, se entusiasmó con mi primer disco", recuerda de Flor. Aquel Canciones de amor y retranca (2006) le sugirió al cineasta varios videoclips y la idea de un largo documental. "Me asusté un poco", dice, "porque me parecía ridículo un biopic sobre Roger de Flor". Pero Alonso sólo pretendía usar al músico de Fene, autor procedente de la escena power pop y ahora volcado al cancionero estándar con aires a lo Ray Davies o el Burt Bacharach, como mcguffin. "Yo fui el vehículo para hablar de muchos otros asuntos", considera el compositor de Naturalidad Silvestre (el disco).
De Flor: "La escena para los músicos modestos ya estuvo peor de lo que está"
Para cumplir los propósitos del director, en el filme comparecen intérpretes de cuatro promociones diferente. O Marqués das Viñas se inició en la canción airada de los 70, en la generación de Luís Emilio Batallán o Vicente Araguas. Magín Blanco pertenece a la siguiente camada de músicos, en los 80 viajó con su grupo La Rosa y ahora lo hace con Burgas Beat. Y O Neno Elliot saltó a los escenarios en los Blood Filloas, enérgetica banda célebre de los recopilatorios del Xabarín Club. Todos ellos comparecen en Naturalidade Silvestre y algunos también lo harán esta noche en el pub Ultramarinos, en el concierto que seguirá a la presentación del documental.
"La escena para los músicos modestos ya estuvo peor de lo que está", sostiene De Flor, "pero no es para echar cohetes". La crisis afecta a la oferta hostelera y, lamenta, los propietarios de los locales no arriesgan dinero en organizar actuaciones. "En Galicia hay un problema de industria y la música no llega a su público", añade, "aunque también falla el interés de la gente". Sobre estos y otros asuntos contribuyen a reflexionar en la película personajes del mundillo, entre ellos los periodistas Belén Regueira o Nicolás Vidal, Nonito Pereira o Luis Íñiguez, organizador del festival Felipop.
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