Cajasol apuesta por nuevas fusiones tras la absorción de Caja de Guadalajara

"Nadie nos está empujando, ni el Banco de España, ni ningún Gobierno, para que acometamos ningún proceso de fusión o integración". Con esta frase, el presidente de Cajasol, Antonio Pulido, dejó claro ayer que su entidad no tiene en marcha, por el momento, ningún otro proceso de integración salvo el aprobado ayer por las asambleas de Cajasol (158 votos a favor y dos en contra) y Caja de Guadalajara. Pero dice manejar cuatro posibilidades.

Pulido afirmó ayer que este proceso de absorción, que calificó de "pionero" en España y que no ha necesitado ayudas públicas, ha situado a la caja sevillana "con una posición de solvencia y liquidez muy satisfactoria", y que "esa capacidad de solvencia y capitalización deja fuera de toda duda la capacidad de acometer nuevos proyectos, sin prisas, con profesionalidad, con rigor económico, con prudencia y humildad, y en la búsqueda de los intereses mejores para los clientes".

Respecto a la posibilidad de iniciar un proceso de fusión fría con Unicaja, Pulido reiteró: "Ni lo contemplamos ni se descarta. Igual diría con La Caixa, no está en la hoja de ruta. Y hay hojas de ruta que se construyen en un fin de semana, pero todavía tengo que ver que todos esos procesos en marcha se culminan", agregó Pulido, que no obstante, indicó más tarde a su asamblea que "no descarta otros movimientos dentro de Andalucía, siempre que tengan como objetivo fortalecer el sistema financiero en Andalucía".

Pulido quiso resaltar ayer la capacidad de su entidad para acometer procesos de fusión, incluso con entidades de mayor tamaño: "Hemos sido los primeros en emprender fusiones intrarregionales, y fusiones interregionales hemos demostrado que sabemos hacer fusiones", dijo el presidente, quien afirmó que dará a conocer nuevos procesos "cuando estén mínimamente consolidados".

El presidente de Cajasol destacó también la "generosidad" con la que se ha llevado a cabo la fusión por absorción de Caja de Guadalajara, por parte de todos los que han intervenido en él, y dijo que este tipo de operaciones hay que ejecutarlas "con humildad, poniéndose en el zapato del otro, y sin tener en cuenta los objetivos personales de los directivos".

La integración de Caja de Guadalajara conllevará el final de un proceso de reajuste que ha llevado a Cajasol a cerrar más de 116 oficinas, y rebajar su plantilla en unos 600 empleados. El actual presidente de Caja de Guadalajara, José Luis Ros, será ahora vicepresidente de Cajasol, y la entidad castellanomanchega mantendrá su nombre comercial en su comunidad con el añadido Grupo Cajasol. Caja de Guadalajara contará con dos miembros en el Consejo de Administración, 14 en la asamblea general, uno en la comisión de control, y su actual director general en el comité directivo. La nueva entidad acometerá ahora un proceso de apertura de nuevas oficinas en varias provincias de Castilla-La Mancha, y de cierre de otras en el corredor de Henares y en Madrid.

Cajasol, por otro lado, aprobó ayer las cuentas de la entidad, que han cerrado 2009 con 115 millones de euros de beneficio, un incremento del 50% en las provisiones para hacer frente a la morosidad, y una ratio de solvencia del 14,6% que la sitúan entre las cajas más sólidas de España, según resaltó el presidente en su intervención ante la asamblea ordinaria celebrada también ayer.