La cárcel se reinserta
La vieja prisión coruñesa da brillo a la muestra de cine
La operación de celebrar durante cuatro días una muestra de cine en Súper 8 en la que fue durante siete décadas la cárcel provincial de A Coruña, frente a la Torre de Hércules, resultó tan original como exitosa. Pendiente de que se decida su uso futuro, la vieja prisión que forma parte de la memoria colectiva y sentimental de la ciudad demostró estar lista para su reinserción social. Unas 8.000 personas de todas las generaciones, sin contar las que asistieron ayer a la última jornada de proyecciones que se prolongó hasta medianoche, respondieron a esta cita cultural.
Fue un motín cultural en toda regla el que asaltó los muros de una cárcel que se liberó hace solo ocho meses de su función penitenciaria. Con una intervención mínima en un edificio enorme (35.000 metros cuadrados), la curiosidad por adentrarse y pasearse libremente entre celdas que aún conservaban objetos personales de sus antiguos presos, como calendarios, mantas raídas o inscripciones en las paredes, atrajo tanta gente como la interesante programación de este festival cinematográfico. Incluyó joyas del archivo histórico de Galicia, cintas de aficionados o de consagrados cineastas independientes del pasado reciente o de actualidad, como el joven Óliver Laxe, premiado en el reciente festival de Cannes por la crítica internacional.
Unas 8.000 personas pasaron por el festival audiovisual en Súper 8
Toques de humor y glamour se colaron por los muros de la vieja prisión en la que hace 60 años fueron torturados y matados, a garrote vil, el último guerrillero gallego, Foucellas, o el secretario del PCE de Galicia, Gómez Gayoso. En una de esas exiguas y estremecedoras celdas reservada por la represión franquista para los presos políticos condenados a morir, resultó estremecedor visionar un interesante montaje de Ánxela Caramés y Ramón Santos sobre la memoria de esa cárcel que el ayuntamiento aún no sabe, cuando obtenga su cesión definitiva, si reconvertir en elitista Parador Nacional, en centro de interpretación y recepción de visitantes de la Torre de Hércules, o en factoría de la creatividad y la cultura, como demandan buen número de colectivos sociales de A Coruña.
"La cárcel saca lo mejor y lo peor de uno", reflexiona Suso, uno de los últimos funcionarios en trabajar en un espacio que él también reclama para la ciudadanía. Durante estos cuatro días de cine entre rejas abiertas, salió efectivamente a relucir lo mejor y lo peor de la vieja prisión provincial, con su sala de cacheo transformada en oficina del Goethe Institut, la oficina del "señor jefe provincial" en punto de información del Xacobeo, o la antigua sala acristalada de control reconvertida en una especie de jaima con, a modo de sofás, fríos catres metálicos con cojines dorados. Dentro de una semana la prisión volverá a abrir sus puertas para otro evento, el homenaje de Isabel Coixet al escritor británico John Berger.
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