Último tren para la gran caja
Es la hora de las alianzas - Unicaja y Cajasol deben decidir si miran hacia dentro o hacia fuera de Andalucía
El frustrado intento de fusión entre Unicaja y Cajasur y la escapada de CajaGranada en una integración de las llamadas frías con Caja Murcia, Caixa Penedés y Sa Nostra dibujan un nuevo e inesperado panorama en el sistema financiero andaluz y abre muchas incertidumbres de futuro. Nada hay aún definitivo. El mapa de las entidades financieras está en plena reconfiguración y en esta agitación van a caducar algunos de los conceptos que definían a las cajas de ahorro, sobre todo el de su dimensión y vocación territorial.
El Banco de España apuesta por un mayor tamaño de las entidades y está por fomentar las fusiones entre cajas de distintas comunidades. Además, la inminente reforma legal abrirá las cajas a la participación de capital privado con sus correspondientes derechos políticos en los órganos de dirección.
La reforma abrirá las entidades a la participación de capital privado
Aurioles cree que es el momento de la unión de las cajas de la región
Las cajas de ahorro están llamadas a ser unas entidades muy distintas a lo que han sido hasta ahora. El papel que corresponderá a las andaluzas dependerá lógicamente de lo que cada una decida que quiere ser. Mantenerse como están hasta ahora, supondría para Cajasol y Unicaja ocupar cada una de ellas un lugar muy menor en el mapa español, posiblemente de las últimas de la clasificación, con la limitación de posibilidades que ello implica.
Y si entran en operaciones, ya sean fusión o en Sistema Integral de Protección (SIP), como ha optado CajaGranada, la cuestión es con quiénes y con qué fines.
Para quienes siempre han suspirado por una caja única andaluza se puede decir que ha acabado ya el tiempo del desiderato y ha llegado el momento de la verdad. "O es ahora o nunca", afirma el presidente del Observatorio Económico de Andalucía, Joaquín Aurioles, firme partidario de que Andalucía cuente con una entidad de ahorro propia y fuerte. "No tengo datos para afirmarlo, pero estoy seguro de que alguien en la Junta se habrá puesto ya a trabajar en esto con las cajas, debe haber alguien que tenga el encargo de trabajar en la fusión, no me cabe otra cosa en la cabeza. El Gobierno andaluz no se puede permitir que se le escape otra caja, una de las dos grandes".
Para el catedrático de Análisis Económico de la Universidad de Granada Santiago Carbó, "hablar del mapa financiero andaluz no tiene ya mucho sentido si no lo implicamos en algo que trascienda las fronteras de la región". Considera que "lo importante es tener entidades autóctonas que con alianzas con otras sean más solventes y fuertes".
Carbó saluda la iniciativa de CajaGranada y entiende que fortalece al sistema regional porque en la SIP hay una entidad andaluza con identidad propia. Ve con ciertos reparos las alianzas entre las cajas andaluzas, incluso de las fusiones frías. "Las alianzas entre cajas de distintas comunidades son menos perniciosas en materia de eficiencia y de personal, y son menos costosas de asumir socialmente", explica. Aunque las tres cajas andaluzas tienen un dominio marcado en zonas territoriales diferentes, Carbó advierte de que una única entidad "independientemente del daño social por solapamiento y excedentes laborales, también tendría más dificultades para generar un SIP equilibrado y para beneficiarse de las plusvalías que se generaran con la unión".
Otra cuestión es el valor político, ponderar la importancia de tener una entidad bien dimensionada con raíces y vinculaciones en Andalucía. Para Carbó lo político es lo de menos, y recuerda que si Cajasol, Unicaja y CajaGranada no han planteado alianzas entre ellas es porque así lo han decidido sus consejos de administración, "son empresas", recuerda, "que tienen su estrategia".
Desde la perspectiva del catedrático malagueño Joaquín Aurioles, "el sistema no se puede permitir que en el futuro mapa de entidades no haya ningún punto gordo más abajo de Despeñaperros". Insiste en el valor estratégico de una caja andaluza fuerte, bien sólo aquí o en alianzas con otras siempre que tuvieran un papel de liderazgo en el proceso.
Y llama la atención sobre una curiosidad, la politización de las cajas es evidente, pero no significa que ni mucho menos estén controladas. Antes al contrario, los avatares recientes y los más antiguos evidencian que cada uno en su caja ha ido más o menos por libre y ha olvidado directrices o intereses comunes.
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