Nadal, contra la 'fórmula Soderling'
El sueco y los otros dos semifinalistas, Melzer y Berdych, son jugadores agresivos de golpeo plano, la antítesis de los especialistas en tierra
"Este sentimiento debe ser desagradable: '¡Todo el mundo se ha dado cuenta de cómo tiene que jugar para ganarme!".
Así, pensando en tan grave problema, se marchó eliminado Rafael Nadal de Roland Garros en 2009, según cuenta Mats Wilander. Así, dice el ex número uno, con ese inconveniente solucionado, ha llegado el español hasta las semifinales de 2010, donde le espera hoy el austriaco Jurgen Melzer. Y así, insiste el sueco, precisamente por quien protagonizó esa derrota de 2009 (Robin Soderling, que se enfrenta a Tomas Berdych), se explica que con el mallorquín estén en semifinales tres jugadores de ataque con poderoso golpeo plano, rectos tiros y pronunciada alergia a la defensa y el efecto liftado. La antítesis del jugador de tierra.
Con 29 años, no había pasado de tercera ronda en un 'grande' hasta ahora
"Algo ha cambiado", dice el ganador de siete grandes. "Hoy, los mejores jugadores sobre tierra son los más agresivos, no los mejores defensivamente. Los tíos de ahora son demasiado buenos como para que alguien gane París defendiéndose". ¿Por eso ganan Berdych, Soderling y Melzer, que casi no dieron señales de vida en primavera? "El tiempo, tan pesado y nublado, hace que tengas que golpear la pelota muy fuerte para ganar un punto", contesta. "Por eso están aquí. Pero Nadal tiene más posibilidades de ganarles este año que antes. Juega más largo y con menos spin que nunca. No quiere que le apliquen la fórmula Soderling". Es la lección de Roland Garros 2009. Es la solución para los problemas de Roland Garros 2010.
Todo el mundo ve cómo cae el español ante Soderling: con una lluvia de derechas cruzadas nacidas de que el gigantón puede montarse sobre su temible bote de pelota, reducido a botecito.
Lo observa Andy Murray, Juan Martín del Potro y todos los dos metros de tremendos golpes. Rafael Nadal cambia entonces de raqueta y de cordaje. Afila sus sistemas de juego. Resultado: "La gente no se da cuenta de lo agresivo que está jugando", explica Wilander. "No logra ganadores, pero domina los puntos, hace que su rival corra, le empuja. Juega más profundo, lo que le evita defenderse tanto. Juega con menos spin. ¡Está tirando pelotas más allá de la línea de fondo! Nunca, jamás, le había pasado. Aunque parezca mentira, eso le va a ayudar contra estos pegadores: jugar más largo. ¿Pueden hacer todos lo que Soderling? No, pero tras Robin hasta los pequeñitos lo habían intentado".
Soderling, Berdych y Melzer están en semifinales "jugando recto". Aprovecharon que la lluvia, las bajas temperaturas y la alta humedad frenan el juego y favorecen que lleguen a la bola en buenas condiciones de golpeo. Nadal, lo sabe.
Nadal, que recibió dos tartas por sus 24 años, tiene armas para el juego plano de Melzer. "Y ahora tiene una bola más normal", cierra Wilander. "Ahora todo el mundo tiene la opción de jugar un partido más cercano en el marcador contra él, pero siguen perdiendo. Es buena cosa para Rafa: tenía que hacer esto para llegar al siguiente nivel".
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.