El Museo Diocesano expone los paisajes realistas de Courbet
Es la primera retrospectiva en España del pintor francés
No están ni Las bañistas, ni El Sueño, ni su polémico El Origen del Mundo, donde el francés Gustave Courbet (1819-1877) pintó el primer plano de un pubis femenino que escandalizó a sus contemporáneos; pero es la primera vez que en España se pueden ver tantas obras juntas de este autor, fundador y máximo representante del realismo: 36 óleos, 17 dibujos y 15 grabados, además de fotografías, cartas y algunos de sus objetos personales, como una paleta de pintar, tres de sus pipas de fumar, el molde de su mano derecha y su máscara mortuoria en bronce. En total, un centenar de piezas que dan cuerpo a la exposición Gustave Courbet: entre naturaleza y cultura, que puede verse hasta el 5 de septiembre en el Museo Diocesano de Barcelona.
"Creo que la pintura es un arte esencialmente concreto y sólo puede consistir en la representación de las cosas reales y existentes... la belleza está en la naturaleza y se encuentra en la realidad y en las formas más diversas", escribía Courbet en 1861. Nacido en el seno del Romanticismo, fue abandonándolo a medida que se interesaba y pintaba los personajes y temas de la vida cotidiana, algunos de los cuales pueden verse en la exposición que ayer se inauguró en Barcelona: tortuosos paisajes donde el único refugio se encuentra entre las piedras y en acogedoras grutas rodeadas de agua, como La fuente del Loue, Una papelera a Ornans y El castillo de Chillon, el lugar que sirvió de inspiración a artistas y escritores como Lord Byron. También se exponen algunos de sus retratos, como Retrato de Francis Wey y Retrato de hombre según Velázquez, en los que "está patente su relación con España y su admiración por Diego Velázquez", según explicó Jean-Jacques Fernier, comisario y dueño de las obras que provienen del Institut Courbet de Francia, durante la presentación de la exposición.
Fernier aseguró que la exposición "era importante por la casi nula presencia de Courbet en los museos españoles, a excepción de dos cuadros de la colección de la baronesa Thyssen de Madrid".
Las obras pueden verse en Barcelona gracias a que la sede del Institut Courbet de Ornans (en el oeste de Francia) está en reformas. Está previsto que después viajen a Santo Domingo, Pekín y París antes de regresar a su hogar en 2011.
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