"Solo hay un afiliado que pague la cuota"
El caos organizativo sume al PP de Sant Cugat en crisis y le enfrenta a la dirección
A golpe de burofax. Así se comunican la dirección del Partido Popular de Cataluña y su junta local destituida de Sant Cugat del Vallès. En uno de estos burofaxes, consta que se ha decidido que una gestora se encargue de las finanzas del partido en esta localidad porque no dispone de "fondos suficientes para pagar la sede ni los gastos ordinarios del partido". "Sólo hay un afiliado al corriente de pago de las cuotas", añade el escrito, remitido por Antonio Bosch, presidente del PP de Barcelona. A pesar de las quejas por los problemas económicos, el partido en Sant Cugat ingresa 14.000 euros anuales por su representación, además de los 23.000 anuales que cobra la portavoz popular.
Pero el "descontrol en la gestión" y la "falta de solvencia" del partido local (tal como reconoce la dirección regional) no son los únicos motivos que han obligado a la dirección general a intervenir. Además, en el documento consta que el grupo municipal pidió un préstamo por valor de 60.000 euros para poder pagar la campaña de las elecciones municipales de 2007. Bosch reconoce: "Tuvimos conocimiento del préstamo hace unos días", y reclama a la ex presidenta local Ana María Torrijos y a la portavoz municipal, Berta Rodríguez, que justifiquen qué se hizo con el dinero y cómo se está devolviendo el crédito. Bosch también les reclama que den cuentas de la contabilidad de los años anteriores.
La tensión y la falta de entendimiento se desprenden de los escritos, en los que se lanzan puñales unos a otros. Por una parte, Torrijos critica el hecho de que los siete miembros que componen la actual gestora tengan como elemento común "el ideario político-religioso" de Bosch, próximo al Opus Dei.En su respuesta, un Bosch muy molesto dice que la crítica de Torrijos "resulta inexplicable en una persona culta y bien informada". Finalmente, advierte a la hasta ahora presidenta del PP de Sant Cugat que no dé a conocer los problemas del partido a la prensa, porque ello sería "causa de expulsión". Torrijos responde acusando a la dirección regional de "autoritaria y poco dialogante" y defiende que fue nombrada presidenta en 2009, de manera que la insuficiencia de fondos es responsabilidad de la anterior directiva, encabezada por Berta Rodríguez, actual portavoz. Por este motivo, Torrijos no entiende que los platos rotos los deba pagar la última junta local.
Los problemas internos en el PP de Sant Cugat vienen de lejos, pero se acentuaron con el revés electoral que recibieron en las pasadas elecciones municipales. Los populares consiguieron hasta cuatro concejales en los comicios de 1999 e incluso llegaron a participar del gobierno local, pero en 2007 sólo obtuvieron dos.
En todo este descontento ha desempañado un papel importante la actual portavoz del grupo municipal, Berta Rodríguez. Su candidatura a los comicios locales despertó recelo: Rafael Enríquez, presidente del PP de Sant Cugat hasta 2007, se mostraba contrario a que Rodríguez fuera la candidata, opinión que ya había transmitido a la dirección de Barcelona. "No me hicieron caso", se lamentaba. Su ejercicio en el Ayuntamiento reflejó las turbulencias internas. La portavoz vivió su momento más crítico en febrero de 2009, cuando el segundo concejal electo, Fernando Vázquez-Dodero anunció que abandonaba el grupo popular y pasaba a ser concejal no adscrito, dejando a Rodríguez como única representante popular en el Consistorio santcugatense. "El PPC se ha convertido en un cortijo y en Sant Cugat es un corral, todos se refugian detrás de mamá Berta", escribió Vázquez-Dodero meses antes de su abandono.
Con todo, Rodríguez cuenta con el apoyo explícito de la presidenta del PP catalán, Alicia Sánchez-Camacho, que en una visita a Sant Cugat en julio de 2008, la elogiaba por ser "una gran profesional y estar realizando un buen trabajo".
Sánchez-Camacho pone orden en el Vallès
El nombramiento de una gestora que dirija el partido localmente no es un caso exclusivo de Sant Cugat. De hecho, en toda Cataluña existen media docena de gestoras, algunas en ciudades importantes, como las dos cocapitales vallesanas. En Sabadell, la junta local ha estado intervenida durante un año, hasta el pasado 6 de mayo, fecha en que se constituyó una nueva junta local. Terrassa tampoco ha quedado exenta de problemas internos y el pasado mes de febrero dimitía el presidente local y portavoz en el Ayuntamiento, Francesc Xavier Ballbé. Ello condujo a nombrar, también aquí, una gestora provisional.
La dirección del PP catalán no esconde que la llegada de Alicia Sánchez-Camacho ha supuesto una limpieza municipal y, de momento, apuntan que ya han renovado el 70% de las juntas locales, eso sí, poniendo en evidencia problemas internos que hasta ahora habían quedado latentes.
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