Juicio al promotor Ávila Rojas por una estafa de 1999
El promotor José Ávila Rojas se enfrentó ayer en Málaga a un juicio por una estafa supuestamente cometida hace más de una década. Un grupo de 59 compradores de la promoción Conjunto San Marino se querellaron contra él al descubrir que no podían escriturar como suyos los trasteros y garajes anexos a las viviendas que adquirieron entre 1999 y 2001. Un año antes de venderse los pisos, la Agencia Tributaria había embargado los aparcamientos y los almacenes para obligar a Ávila Rojas a pagar una deuda de tres millones de euros.
Los propietarios, que denunciaron los hechos en 2003 hartos de las evasivas de la promotora, piden para el constructor y para su hijo Humberto Ávila penas que oscilan entre los uno y los cuatro años de prisión, así como indemnizaciones. Sin embargo, se han quedado sin el apoyo del fiscal, que pidió la absolución, al no apreciar delito de estafa, ya que considera que no está probado que los empresarios recibieran la notificación del embargo.
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