ACS amenaza con demandar a Iberdrola por cuestionar sus cuentas

La tensión entre Iberdrola y su principal accionista, ACS, va en aumento. El grupo presidido por Florentino Pérez amenazó ayer con emprender acciones legales contra quien cuestione la validez de sus cuentas, que, recordó, están auditadas con una opinión "favorable, de plena conformidad y sin salvedad ni observación alguna" por Deloitte, la firma líder del sector en España. Esa era la respuesta a las acusaciones de la eléctrica, que sostiene en una impugnación de la junta de ACS que el grupo constructor no contabilizó debidamente el deterioro del valor de algunas participaciones.

La depreciación a que hace alusión Iberdrola ascendería a 1.393 millones: 900 millones en Iberdrola; 400 millones por Hotchief y 93 millones por otras participaciones. La eléctrica considera que donde ACS publicó un beneficio de sus actividades continuadas de 988 millones, debería haberse recogido una pérdida de 405 millones, pues entiende que la depreciación debía hacerse con cargo a la cuenta de pérdidas y ganancias.

ACS contesta que sus cuentas "responden plenamente a las normas vigentes de contabilidad", y reflejan fielmente el patrimonio y los resultados de la empresa. El grupo entiende que "Iberdrola pretende causar un grave daño al prestigio de ACS ante la legítima pretensión" de estar en su consejo como primer accionista y se reserva el "ejercicio de cuantas acciones considere oportunas".