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Reportaje:SINGULARES | Ramón Torreledó, músico

Un nómada europeo

El director de Sinfónica Europeae apuesta por la música como 'arma' humanista

Aurora Intxausti

Hay en él un espíritu nómada que le obliga a viajar constantemente y a no afincarse en un lugar durante mucho tiempo. La música le ha favorecido para hacer realidad su sueño. Ramón Torrelledó (Castro Urdiales, 1956) dirige la orquesta Europeae, un colectivo orquestal artístico, social, solidario e itinerante, que estará integrada en el futuro por músicos europeos, que actúa como elemento esencial de vertebración y cohesión de La Nota Azul Europeae. La sede de esta joven orquesta que ha empezado a caminar este año se encuentra en Torrelodones (Madrid).

Se lanzó a la dirección de orquesta de la mano del maestro Jesús López Cobos en Alemania en 1981. "Ese fue mi primer encuentro con Europa. Un amigo y yo pasamos un día a Berlín-este con una partitura de Mozart. En un control policial me quisieron quitar la partitura y, al negarme a entregarla al guardia, me llevaron detenido. Pasé mucho miedo y pensé que no iba a salir de aquel cuartucho de mala muerte en el que me habían metido. Luego vino otro guardia aficionado a la música y fue mi salvación. Empezamos a hablar de compositores y teníamos bastantes puntos en común. En ese momento me doy cuenta de lo que nos une a las personas es la cultura y, a partir de ese instante, empiezo a viajar".

En el Auditorio interpretarán las sinfonías de Beethoven
La orquesta celebrará un concierto especial en Auschwitz

Torrelledó es un europeísta convencido y, por ello, ha sido uno de los promotores de la Fundación La Nota Azul Europeae que tiene como objetivo impulsar a la sociedad del siglo XXI, hasta ahora sustentada en el ocio consumista, hacia valores como los que representa el ocio creativo, el ocio de calidad, "valores que contribuyen a propagar aquello que permanece inmanente en nuestra naturaleza, a desarrollar nuestros potenciales, nuestras capacidades perceptivas y sensitivas, valores que ayudarán a configurar una sociedad humanista".

La orquesta que dirige Torrelledó, y que actualmente está integrada por músicos extranjeros afincados en España, interpretará desde hoy y hasta el 9 de junio en el Auditorio Nacional las nueve sinfonías de Ludwig van Beethoven. En esta ocasión el recinto elegido es el Auditorio pero la orquesta utiliza los espacios más diversos para fomentar su música: cárceles, fábricas, catedrales e incluso hospitales.

El próximo 16 de julio los músicos se trasladarán al campo de concentración de Auschwitz, un concierto extraordinario en ese lugar tan especial que se ha convertido en el símbolo de paz. "Toqué hace unos años allí y la música no suena igual en ese espacio porque los sentimientos que transmiten los músicos a sus instrumentos son especiales. Fue sobrecogedor. Sientes que los espíritus están sobrevolando el lugar y que te observan", asegura el director. En el antiguo campo de concentración nazi, la orquesta interpretará la Sinfonía nº 5 en Do menor. Hay una razón especial para elegir esta pieza. En ese lugar un grupo de presos músicos se agruparon en una orquesta dirigida por un gendarme. Todos los días tocaban esa pieza que empieza con dos puntos y una raya que en morse es la letra V de Victoria.

El director compagina la dirección de esta orquesta con la Sinfónica Académica Estatal Rusa de Rostov, y de Voronezh y la Orquesta Sinfónica de Palencia. "Mi primera gira en Rusia fue en 1991 y, desde ese año, no he dejado de ir. Tan solo en una ocasión me tentó comprarme una casa y me robaron, Así que opté vivir en hoteles y éstos son mi refugio. Entre los rusos he crecido como músico. Admiro de ellos su consumo musical, es abrumador", apostilla el músico.

Los cambios políticos y sociales que se han producido en ese país en los últimos años, dice, no ha afectado en los planes de enseñanza con respecto a la música. "Eso es algo que no ha variado y han sabido de crear un hábito cultural iniciando a los niños desde los 4 años y eso es fundamental para que de mayor te guste la música. El número de alumnos que estudían esta disciplina es impresionante. En España estamos a una distancia hoy por hoy insalvable: a los ocho años al niño no le gusta el caviar y, para que llegue a disfrutar de ese manjar, le tienes que ir introdiciendo poco a poco en el mundo de la gastronomía. Pues lo mismo ocurre con la música: si desde pequeño no se le introduce en ese fantástico mundo, jamás lograrás que lo entienda y lo aprecie".

Además de dirigir, Torrelledó compone y su catálogo abarca música sinfónica, de cámara, escénica, de cine y piezas orientadas al público infantl. Sus grabaciones discográficas acogen obras de Eimsky-Korsakov, Tchaikovsky, Beethoven o Brahms. También hay recopilaciones de las zarzuelas más importante con piezas de Chapí o Chueca.

A Torrelledó le persigue su deseo de que la música llegue a todos los lugares, da igual que sea en un lujoso auditorio o al aire libre y que pueda ser escuchada por el mayor número de personas.

El director de la Orquesta Sinfónica Europeae Ramón Torrelledó, en Madrid.
El director de la Orquesta Sinfónica Europeae Ramón Torrelledó, en Madrid.SANTI BURGOS

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Sobre la firma

Aurora Intxausti
Coordina la sección de Cultura de Madrid y escribe en EL PAÍS desde 1985. Cree que es difícil encontrar una ciudad más bonita que San Sebastián.

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