Un policía dispara a un hombre que le amenazaba con dos cuchillos
La bala que hirió a la víctima alcanzó a un viandante con problemas cardiacos
"¡Suelta el cuchillo! ¡Suelta el cuchillo!". Estos dos gritos se escucharon ayer por la mañana en la calle de Toledo (distrito de Centro) antes de que seis policías nacionales rodearan y redujeran de un disparo a un hombre que iba armado con dos cuchillos, con los que, supuestamente, estaba intimidando a los viandantes. La víctima recibió el tiro a la altura de la ingle derecha y la bala le salió por el glúteo, sin que afectara a órganos vitales. Pero el mismo disparo alcanzó a un ciudadano rumano de 42 años que quedó herido leve. El pasado 7 de mayo otros dos hombres resultaron heridos por un tiroteo con policías en la Puerta del Sol.
Los hechos ocurrieron a las 11.30 frente al número 53 de la calle de Toledo, al lado de una conocida tienda de caramelos y de una farmacia. Cuatro agentes de paisano que patrullaban la zona vieron a Antonio J. V., de 66 años, un viejo conocido.
El balazo le entró a Antonio por la ingle derecha y salió por el glúteo
"Si queréis quitármelos, vais a tener que matarme", espetó a los agentes
Los agentes se acercaron a identificarle, porque asomaba de su cinturón el mango de un cuchillo. Antonio lo sacó y comenzó a agitarlo. Luego sacó otro de la mochila que llevaba. "Si queréis quitármelos, vais a tener que matarme", les dijo a los policías, según la versión oficial. Los agentes, que pidieron refuerzos por la emisora, lo rodearon. Al poco llegaron más, entre ellos, un coche patrulla del que se bajaron dos agentes uniformados.
"Los policías lo han acorralado, mientras el hombre llevaba un cuchillo en cada mano", relató el dueño de una tienda cercana, Antonio Casarrubios. "Le han dicho que soltara los cuchillos, que no querían hacerle daño, pero él se ha tirado contra ellos. Se le veía muy fuera de sí".
Antonio V. J. se puso más nervioso al ver a los policías uniformados y empezó a dar cuchilladas al aire. Intentaba zafarse del cerco policial. Y, al ver que arremetía contra él, uno de los agentes de uniforme le disparó. El balazo le entró a Antonio por la ingle derecha y salió por el glúteo, sin afectar a órganos vitales. Pero la bala rebotó e hirió en el pecho de carácter leve a un ciudadano rumano, de 42 años. Como tenía antecedentes por problemas cardiacos, ingresó en la Fundación Jiménez Díaz.
"La policía nos ha dicho que nos metiéramos en el local y que no saliéramos hasta que no terminaran", explicó el responsable de una tienda de caramelos.
Los cuchillos, de 21 centímetros de hoja cada uno, quedaron tirados en el suelo. Cerca de ellos, el casquillo del tiro. El herido cayó boca abajo. En ese momento los policías le esposaron hasta que llegó una ambulancia del SAMUR. El hombre ingresó en urgencias del hospital Gregorio Marañón con pronóstico menos grave. Allí sigue detenido.
Antonio V. J. es un hombre que deambula habitualmente por el distrito de Centro y que, supuestamente, sufre algún problema mental. Utiliza cuatro identidades distintas y tiene antecedentes por amenazas, tenencia ilícita de armas y resistencia a agentes de la autoridad, entre otros. Según fuentes policiales, ha protagonizado hechos similares al de ayer. El más reciente, el pasado 5 de abril en la Puerta de Toledo, cuando se clavó un cuchillo en el abdomen ante un grupo de policías a los que intentó agredir cuando pretendían quitarle tres armas blancas que llevaba en una mochila.
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