Federer, a la caza de Sampras

No importa ya que el estadounidense Robby Ginepri se ponga a hacer flexiones en la pista, tan ridículo se siente tras un resbalón en su partido perdido (4-6, 6-2, 1-6 y 2-6) contra el serbio Novak Djokovic.

No importa ya que un virus estomacal haya abandonado a su compatriota Serena Williams, que ganó por un doble 6-2 a la israelí Shahar Peer, para buscar nuevas víctimas en el vestuario: la argentina Gisela Dulko.

Y no importa ya que la belga Justine Henin capitule (6-2, 1-6 y 4-6) contra la australiana Samantha Stosur, que, dice la ex número uno, pega "como un hombre".

Lo que importa hoy es otra cosa: Robin Soderling juega contra Roger Federer, campeón en 2009. No es solo una revancha de aquella final. Si gana al sueco, el suizo igualará el récord más querido del norteamericano Pete Sampras, 286 semanas como número uno mundial Si pierde, Rafael Nadal volverá a ser el mejor si se impone en el torneo.

"Soderling no es el favorito", razona Nadal; "¿puede ganar? Claro que sí. Pero lo cierto es que los números de Federer están ahí: lleva 23 semifinales seguidas en las competiciones del Grand Slam. Son muchos años sin perder antes. Así que sería una casualidad que pasara".

La última vez que Federer cayó antes de tiempo, vino a decir, todavía se jugaba con raquetas de madera.

Nadie pregunta ya a Soderling sobre sus calzoncillos marca Borg. Nadie tiene dudas ya sobre si se lo cree o es un competidor tímido. Y nadie le busca ya las cosquillas para saber si Stefan Edberg o Mats Wilander, mitos suecos, le han explicado cómo controlar su mal genio. Eso es viejo: Soderling, versión 2009. La versión 2010, lo que importa ahora, es saber si puede imponerse al mejor, al que nunca, jamás, ha vencido.

¿Cómo doma Federer a un jugador tan poderoso como el sueco, que solo le ha ganado en un partido de exhibición?

"A estos grandes pegadores", explica el helvético, "hay que intentarles mover, aunque no siempre esté en tus manos. Uso el golpe cortado para que jueguen por debajo, ya que se tienen que doblar más que los pequeños. Al mismo tiempo, no quieres darles mucho tiempo porque le pegan muy fuerte. Si juegan agresivos al resto y sacan bien, te encuentras con un partido de pista rápida... Pero a mi eso no me importa".