El CGAC reconstruye el último viaje de un aventurero náufrago
El velero de Bas Jan Ader faltó de Galicia tras el rescate
El 9 de julio de 1975, después de entonar himnos marineros, Bas Jan Ader, de 33 años, se embarcó en el Ocean Wave, un velero de cuatro metros de eslora, sin motor ni radio, para atravesar el Atlántico desde Cape Cod (Massachussets) hasta Falmouth (Inglaterra). Era el final de su proyecto In search of the miraculous (En busca del milagro). Diez meses después, el pesquero gallego Eduardo Pondal rescató el bote a 250 millas de Land?s End, la fisterra inglesa. Del último viaje de Ader, convertido en una obra de arte, quedaban el pasaporte y el barco, que desapareció al poco de ser trasladado a las instalaciones portuarias de A Coruña.
"Era perfecto para las rías", reconoce Pedro de Llano, comisario de In search of the miraculous: 30 anos despois, a quien le hubiese gustado cerrar la historia "con el barco en sí mismo". La primera muestra monográfica del artista holandés en España, hasta el 5 de septiembre en el Centro Galego de Arte Contemporánea, abre la producción propia del museo bajo la dirección de Miguel Von Hafe. La exposición, que empezó a pergeñarse en 2005, se centra en los materiales incluidos desde que el patrón del Pondal, Manuel Castiñeiras, decidiese izar el Ocean Wave. El expediente de comandancia de Marina, el informe del patrón y el peritaje del barco, así como los trámites familiares y las cartas cruzadas de la búsqueda, sirven para contextualizar la obra final de Ader, que se revisa desde 1967 con las aportaciones del Museo Boijmans Van Beuningen de Rotterdam y la galería Patrick Painter de Los Angeles, que guarda su legado.
"No se lanzó al agua para desaparecer, sino para hacer una obra de arte"
Desde el vídeo Primary time hasta The boy who fell over Niagara falls, con Ader sentado en una silla leyendo en el Reader?s Digest la historia del niño que sobrevivió tras caer en las cataratas del Niágara, tomando agua a sorbos hasta levantarse y abandonar el encuadre, la muestra vuelve sobre una versión del arte conceptual "distinta a la que conocemos", según De Llano. "Es un trabajo sobre la posibilidad del romanticismo". La obra de Ader, difícil de encajar en términos de body art, responde con fotografía y vídeos en 16 milímetros a la intermodalidad de la época, pero el objeto de sus informes es él. Llorando -como en I?m too sad to tell you- o cayendo, la serie Fals. "Es el drama y la comedia, la retórica del artificio y el slapstick de Buster Keaton".
Hijo de calvinistas -en 1936 su padre, ejecutado después por los nazis, peregrinó a Jerusalén en bicicleta-, la biografía de Ader se ensancha tras su llegada a Los Angeles en 1963. El artista interesado por el mito de Sísifo, el idealismo alemán y el jazz en Europa, enfrentado a la cultura de masas desde su estudio de Sunset Boulevard.
De Llano se cuida de interpretar In search of the miraculous como última caída de Bas Jan Ader. "No se lanzó al Atlántico para desaparecer, sino para hacer una obra de arte. Era un marino avezado, ya había hecho la travesía del Atlántico desde Marruecos". Un destructor estadounidense encontró entonces el velero Felicidad, en el que viajaba con su amigo Neil Tucker, tras una travesía de 11 meses. La búsqueda del Ocean Wave, entre A Coruña y Ferrol, continúa.
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