Cuerpos fuera de norma
La Filmoteca dedica un ciclo a la transexualidad que ilustra las vivencias y conflictos de las personas con identidades sexuales ajenas a convenciones
Aún hoy, la transexualidad, entendida como la disociación entre la realidad biológica del cuerpo y una identidad sexual que camina en sentido contrario, sigue siendo una fuente de conflictos personales y sociales. El rechazo ante la diferencia sigue vigente. Y también el desdeño propio que suele generar la colisión con lo convencional, con lo establecido. Como caja de resonancia de problemáticas sociales, decenas de filmes han puesto el foco en las personas cuyas vivencias de género y sus cuerpos no normativos se sitúan fuera de los márgenes.
La Filmoteca Valenciana reúne este mes de junio seis de aquellos títulos, algunos no estrenados en los circuitos comerciales de España, en un ciclo bautizado como Más allá del cuerpo, la identidad de género en el cine, nacido a propuesta del colectivo Lambda de Gays, Lesbianas, Transexuales y Bisexuales.
En la selección final se han primado películas dieran una visión positiva
En un primer estadio, los organizadores barajaron ofrecer una panorámica de cómo ha recogido el cine esta compleja realidad a lo largo del tiempo. Finalmente, ante el peligro de caer en una cierta dispersión, optaron por seleccionar películas de la pasada década: Southern Confort, de Kate Davis; Venus Boyz, de Gabriel Baur; Hedwig and the angry inch, de John Cameron Mitchell; Breakfast on Pluto, de Neil Jordan; En soap, de Pernille Fischer y XXY, de Lucía Puenzo, la única del paquete que no es una producción norteamericana o europea. Son películas de ficción, documentales o incluso musicales, que abordan historias de intersexualidad, de muchachos en busca de su identidad, de transexuales que afrontan la transformación quirúrgica de sus cuerpos, de mujeres convertidas en hombres y criaturas de sexualidad ambigua ocultadas de la exposición pública por sus familias.
José de Lamo, coordinador de Lambda, aclara que el contexto del ciclo no es casual. "Para este año, el colectivo quería centrar sus reivindicaciones en las personas transexuales, en la reclamación de sus derechos. Y una de las formas era acercar la mirada a través del cine".
"Estamos satisfechos porque el ciclo coincide con el mes del orgullo gay", añade De Lamo. En la selección final, sobre unas 30 películas barajadas, se ha primado aquellas que dan "una visión positiva" y se pudieran traer a la Filmoteca.
En casos como Venus Boyz o Southern Comfort, las copias eran difíciles de localizar porque su exhibición en España se limitó al circuito de festivales. Por fortuna, la directora de Southern Comfort, Kate Davis, colaboró activamente para que su película se pudiera incluir. "Al final ha quedado un ciclo interesante que refleja realidades y contextos diferentes", asegura De Lamo, quien no pierde de vista la finalidad última: "Aunque se ha avanzado, la transexualidad continúa siendo una realidad muy complicada, sometida a muchas dificultades. Es necesario que se aborden políticamente estas problemáticas. Y la parte cultural, que se dé apoyo a estas personas a través de la cámara, es importante para nosotros".
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