La detención de Carrera facilita el plan de Batasuna
El máximo dirigente de ETA, detenido el pasado jueves, era el más duro contra la declaración de Alsasua
La detención el pasado jueves del jefe militar de ETA, Mikel Carrera, y de su número dos, Arkaitz Agirregabiria, propicia los planes de la izquierda abertzale de avanzar por vías pacíficas y políticas. Ambos han protagonizado la oposición de la banda a que lo que era Batasuna hasta su ilegalización rompa con su tutela y asuma vías propias: el proceso abierto en la declaración de Alsasua en noviembre de 2009 e incubado por Arnaldo Otegi y Rafael Diez Usabiaga tras la ruptura por la banda del último proceso de diálogo, en junio de 2007.
Carrera, que llevaba un año al frente del aparato militar de ETA tras las sucesivas detenciones de Garikoitz Aspiazu, Txeroki; Aitzol Iriondo y Jurdan Martitegi, era el más intransigente en los debates surgidos en la dirección de la banda sobre las relaciones con la izquierda abertzale, según un informe de los servicios de la lucha antiterrorista. Su intransigencia superaba a la del jefe del aparato político, Aitor Elizarán, y de Ibón Gogeaskoa, otro dirigente militar de ETA, ambos detenidos recientemente. Carrera fue quien impuso a Otegi e Usabiaga que ETA seguía siendo la vanguardia del llamado Movimiento de Liberación Nacional Vasco (MLNV).
El jefe etarra arrestado apoyó a Txeroki en su disputa con Thierry
Los que defienden la vía política están sometidos por el ala dura de la banda
Un documento incautado a la banda por la policía inspirado por Carrera y referente al debate iniciado por la izquierda abertzale, señalaba: "Puede servir para debatir sobre el diseño del proceso democrático, pero ese diseño del proceso vuelve a reunir muchos puntos de vista que no son compartidos por la Organización [ETA]".
Su oposición a ceder a la izquierda abertzale la vanguardia del llamado MLNV queda patente en otro texto incautado a los terroristas: "Los diseños concretos y profundos del proceso democrático los concreta ETA. Todos lo demás pueden ser diseños de los procesos democráticos sin ETA, no los de ETA".
La posición de la banda terrorista, reflejada en estos textos, no es unánime, según coinciden fuentes nacionalistas y de los servicios de la lucha antiterrorista. En la propia organización hay sectores que comparten la posición mayoritaria de la izquierda abertzale, plasmada en la declaración de Alsasua.
Aunque ya han sido detenidos todos los que dirigieron ETA durante el proceso para el final dialogado de la violencia (2006- 2007) -el último de ellos es Carrera-, aún permanecen los rescoldos de los enfrentamientos que mantuvieron con motivo de la ruptura de la tregua, según las mismas fuentes.
El enfrentamiento en la cúpula entre el aparato político de ETA, que lideraba Javier López Peña, Thierry, y el militar, de Txeroki, apoyado por Carrera, zanjado con la expulsión de aquellos por estos, además de una lucha por el poder supuso un enfrentamiento sobre la estrategia ante la tregua y su ruptura. Ese enfrentamiento, con otras caras, sigue en la banda. La detención de Carrera y de su número dos y el consiguiente golpe policial al sector más violento de ETA mejora la posición de los que están por la reconsideración de la continuidad de la violencia. Y además, y sobre todo, propicia el aumento de la presión de la izquierda abertzale sobre la banda para que reconsidere su continuidad, según fuentes conocedoras de este proceso. "Es un momento crítico. La izquierda abertzale seguirá avanzando por vías pacíficas y no va a esperar indefinidamente a que ETA se pronuncie", señalan fuentes conocedoras de este proceso.
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