Prieto: "Es un ajuste de cuentas en el PNV"

"Estamos ante un ajuste de cuentas entre los propios nacionalistas". Con esta rotundidad definió ayer Txarli Prieto, secretario general del PSE de Álava, la trama de supuesta corrupción descubierta en ese territorio que implica al ex viceconsejero de Cultura Gurutz Larrañaga, el ex diputado foral Alfredo de Miguel y a otros nueve cualificados militantes y simpatizantes peneuvistas. El dirigente socialista sostuvo en una rueda de prensa celebrada ayer en Vitoria que la causa pone de manifiesto que desde dos departamentos del Gobierno, los de Industria y Cultura, "se había organizado una trama que derivaba dinero público a los particulares imputados".

"La Justicia deberá esclarecer qué beneficios económicos se obtenían y a quién repercutían", añadió Prieto quien, respetando en todo momento la presunción de inocencia de los imputados, defendió la personación del Gobierno en la causa para conocer las consecuencias que puede suponerle el caso. "Estamos ante una muestra del clientelismo, la manipulación y el aprovechamiento político que el PNV ha hecho durante sus 30 años de Gobierno, a los que ha puesto fin la llegada de Patxi López" a Ajuria Enea, añadió.

El líder del PSE alavés insistió en que en la trama del caso De Miguel está implicado "el Gobierno de Ibarretxe, diferentes consejerías, cargos públicos designados en diferentes sociedades, cargos políticos y empresas privadas, todas ellas con reconocidos dirigentes, afiliados y simpatizantes del PNV". Precisó, eso sí, que esa supuesta vinculación de la trama con consejerías del Gobierno de Ibarretxe no contamina el pacto que su formación mantiene con los peneuvistas en Álava. "El centro político está en el Gobierno vasco, antes que cualquier otra institución", concluyó Prieto.