Las deudas acechan Mestalla

Las flechas llenas de impagos caen por todas partes sobre el presidente del Valencia, Manuel Llorente, que ayer mandó un mensaje a la afición tras anunciar la venta de Villa: "La viabilidad económica es lo más importante". La deuda que acecha al club de Mestalla ronda los 600 millones, 485 de los cuales se los debe a Bancaja. Llorente, que cumple un año al frente de la entidad, acusa a la anterior directiva, dirigida por Juan Soler, de haber llevado a esta situación a la sociedad, que se ve obligada a vender a sus principales estrellas. Silva puede ser la siguiente.

El Valencia perdió el curso pasado "78 millones", anunció Llorente, satisfecho con Villa porque ha proporcionado al club, además de esos 40 millones, otros 15 millones por la clasificación para la Champions, logro al que El Guaje contribuyó con 21 goles. De los 40 millones ingresados ahora, 25 irán directamente al bolsillo de Eugenio Calabuig, el empresario castellonense que prestó al club 50 millones en 2009.

"Nos esperan dos o tres años sin grandes fichajes", anunció Llorente, que por la tarde renovó por una temporada el contrato al portero César, además de recordar las adquisiciones de Ricardo Costa, central portugués de 28 años; Topal, mediocentro defensivo turco de 24, y Feghouli, mediapunta francés de 20. Con Feghouli y Chori Domínguez, el club cree tener cubierto el puesto que probablemente dejará Silva. El Valencia confía en una oferta del Madrid por el canario.

Llorente está atrapado entre las parcelas del actual Mestalla, que no puede vender, y la conclusión de las obras del nuevo estadio, para la que tampoco hay financiación. Y preguntado por cómo cubrirá el equipo la huella goleadora que deja Villa, Llorente declaró: "Los goles tendrán que estar más repartidos".