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Reportaje:Economía global

China, burbuja inmobiliaria a la vista

La ebullición del mercado de viviendas aumenta el riesgo de calentamiento económico

Cuando las jóvenes chinas en edad de casarse dicen a sus padres que tienen novio, estos suelen responder como impulsados por un resorte: "¿Tiene piso?" Sin piso en propiedad no puede haber boda, piensan muchos progenitores en este país de sentimientos profundamente arraigados a la tierra, en el que el hombre debe aportar a la pareja la seguridad de una vivienda. De ahí que, aunque no hace tanto tiempo el sueño chino para llegar al matrimonio era tener una bicicleta, hoy es considerada condición casi imprescindible, especialmente en las ciudades, poseer un piso.

Pero las cosas, y las casas, se están poniendo difíciles. El sector inmobiliario se encuentra bajo la amenaza de una burbuja en China de la que no logra escapar a pesar de las tajantes medidas adoptadas por el Gobierno en las últimas semanas. El precio de la vivienda en 70 grandes y medianas ciudades subió un 12,8% en abril respecto a un año antes, según ha informado esta semana la Oficina Nacional de Estadísticas. Se trata del valor más alto alcanzado desde que comenzaron a registrarse los datos en 2005. En algunos lugares como Haikou y Sanya, en la provincia isleña de Hainan, o en Wenzhou (provincia de Zhejiang), las subidas de los precios de las casas de nueva construcción fueron del 64,3%, 58,2% y 26,1%, respectivamente.

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Las alzas se han producido a pesar de los pasos dados por el Gobierno para atajar una tendencia que se muestra inexorable. Las autoridades han endurecido las condiciones de concesión de créditos hipotecarios, han incrementado el porcentaje que se debe entregar como entrada, han aumentado la disposición de suelo urbanizable, han reforzado los controles sobre la financiación a las empresas inmobiliarias y han dado instrucciones a los promotores para que no acaparen propiedades con objeto de hacer subir los precios, entre otros. Los Gobiernos locales también han desplegado medidas específicas. Por ejemplo, Pekín ha limitado a una la adquisición de viviendas nuevas a sus residentes.

Los datos sobre la febril actividad del sector chocan con las declaraciones realizadas la semana pasada por Qi Ji, viceministro de Vivienda y Desarrollo Urbano y Rural, quien dijo en un diálogo con internautas -una práctica poco frecuente en este país- que las medidas para frenar los precios han tenido efecto, han logrado estabilizar el mercado en algunas ciudades y han sido bien recibidas por los ciudadanos. Qi reconoció que subidas excesivas suponen una amenaza "para el nivel de vida, la seguridad del sistema financiero y la estabilidad y la armonía sociales".

El precio de la vivienda aumentó un 14% en Shanghai en el conjunto de 2009, lo mismo que en 2008, mientras que en la feria inmobiliaria celebrada en Pekín el mes pasado, el precio medio del metro cuadrado de un apartamento era de 21.164 yuanes (2.450 euros), el doble que en 2009, según la prensa china. Esto significa que un piso de 90 metros cuesta 1,9 millones de yuanes (220.000 de euros) en la capital.

El acceso a la vivienda se ha convertido en un tema sensible en China. Hasta tal punto que las autoridades han dado instrucciones a los medios chinos para que restrinjan la información sobre el mismo, según ha denunciado la organización de defensa de la libertad de información Reporteros Sin Fronteras (RSF). "Está prohibido repetir las críticas de los medios de comunicación occidentales, incluidos sus comentarios sobre la inflación del sector inmobiliario. Para cubrir este tema, sólo está permitido utilizar los informes con las explicaciones de los funcionarios del Gobierno", ha ordenado el Departamento de Propaganda del Partido Comunista Chino, según RSF.

Los analistas creen que, a pesar de la batería desplegada, es poco probable que los precios caigan este año porque hay mucho dinero fresco en el mercado, aunque algunos promotores como

Developers Guangzhou R&F Properties y China Overseas Land & Investment aseguran que sus ventas han comenzado a ralentizarse. Para otros analistas, simplemente no hay burbuja inmobiliaria porque existe una gran demanda. El Gobierno se ha comprometido a incrementar el número de viviendas sociales.

A la espera de lo que ocurra en los próximos meses, la ebullición del mercado inmobiliario se ha convertido en uno de los factores clave detrás del riesgo de calentamiento que afronta la economía china. La inflación se aceleró en abril y alcanzó el 2,8%, 0,4 puntos más que en marzo, según la Oficina Nacional de Estadísticas, lo que hace peligrar el objetivo del 3% fijado por el Gobierno para todo 2010. Es el mayor incremento del índice de precios al consumo (IPC) en año y medio. Los alimentos -un tercio del IPC- subieron un 5,9% frente a un año antes, cuando el alza en marzo fue del 5,2%, debido en parte a las bajas temperaturas y la falta de lluvias, que afectaron a las cosechas de frutas y verduras, cuyos precios se dispararon un 16,4% y un 14,9%, respectivamente.

Compañías e inversores extranjeros siguen con atención la tendencia de la inflación porque cualquier paso dado por Pekín para enfriar los precios podría frenar el crecimiento de la economía, que fue del 11,9% en el primer trimestre, y afectar a la contribución del país asiático a la recuperación global, debido a una menor importación de materias primas y otros productos.

Algunos economistas consideran que la inflación es relativamente baja y que es poco probable que las autoridades reaccionen con una subida de los tipos de interés, en un momento en el que existen aún incertidumbres sobre la economía mundial.

Las cifras muestran que la locomotora asiática continúa de forma contundente su salida de la crisis, gracias al plan de estímulo del Gobierno. Las ventas minoristas subieron un 18,5% el mes pasado, mientras que la producción industrial lo hizo un 17,8%. Las importaciones crecieron un 49,7%, y las exportaciones, un 30,5%, lo que permitió a China volver al superávit comercial. La inversión en fábricas y otros activos fijos ascendió un 26,1% en los cuatro meses de enero a abril respecto al mismo periodo de 2009. -

Edificios de oficinas en el distrito central de negocios de Pekín.
Edificios de oficinas en el distrito central de negocios de Pekín.EFE

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