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Crónica:ZARAGOZA 3 - VILLARREAL 3 | Última jornada de Liga
Crónica
Texto informativo con interpretación

El Villarreal llega tarde

Los de Garrido empatan en Zaragoza y no serán europeos

Jordi Quixano

Lo que mal empieza, mal acaba. El curso lo arrancó Ernesto Valverde, descomponiéndose en el banquillo, rompiéndose la cabeza para encajar un puzle sin demasiado remedio. Afinó al equipo, sin embargo, Garrido, que sí encontró la aquiescencia generalizada de los jugadores. Pero la reactivación fue tardía. Hasta el punto de que el Villarreal ha roto el idilio y se queda sin participar en Europa por segunda vez en los últimos ocho años. El castigo se lo infligió el Getafe, que le arrebató el puesto en la tabla, y lo consumó el Zaragoza, que anoche, con un tono competitivo excepcional porque no se jugaba nada, le igualó en La Romareda.

Destensado porque ya no estaba en el precipicio, porque no quedaba descabalgado de le Liga, las piernas zaragocistas acertaron a asociarse en el primer acto con tanto dinamismo como precisión. Resultó entonces el Villarreal una peonza sin dirección, un ciclista con la mayor de sus pájaras y con la pendiente por subir. Le alcanzaba al Zaragoza con tres toques para arremeter contra Diego López. Pase de la zaga a la medular, desmarque de Colunga o Eliseu, y fusilamiento. Un recital de fútbol, un torbellino de ideas e ingenio que hasta la fecha desconocía la afición maña, por más que los siete fichajes invernales impulsaran al equipo y al juego, efectivo pero resultadista. Lo padeció el Villarreal con una respuesta, de nuevo, retardada.

ZARAGOZA 3 - VILLARREAL 3

Zaragoza: Roberto; Pulido, Jarosik, Goni, Obradovic; Gabi, Edmilson; Eliseu (Abel Aguilar, 78), Ander Herrera, Jorge López; y Colunga. No utilizados: Carrizo, Babic, Pavón, Pablo Amo, Paredes y Uche.

Villarreal: Diego López; Ángel, Gonzalo, Godín, Capdevila; Cani (Escudero,m . 78), Ibagaza (Senna, m. 46), Bruno (Fuster, m. 84), Cazorla; Nilmar y Rossi. No utilizados: Oliva, Marcano, Javi Venta, Fuster y Pires.

Goles: 1-0. M. 4. Eliseu, de falta indirecta. 2-0. M. 28. Colunga. 3-0. M. 34. Pulido. 3-1. M. 39. Cazorla. 3-2. M. 55. Cazorla. 3-3. M. 77. Rossi.

Árbitro: Estrada Fernández. Amonestó a Gabi, Ibagaza, Roberto, Ander Herrera, Colunga, Pulido, Jorge López y Ángel.

La Romareda. 20.000 aficionados.

El conjunto amarillo queda pendiente de una carambola con el Sevilla

Todo empezó con Eliseu, que rompió la pelota en una falta indirecta, parecida a la que ejecutó Koeman en la final de la Copa de Europa de 1992. Toque, pisada y zambombazo. Un hachazo nada más abrirse el telón para el Villarreal, gandul en la medular y descolocado en la zaga. O, lo que es lo mismo, Ibaga se hizo el remolón y los centrales Godín y Gonzalo perdieron todas las referencias, conniventes con los tremendos huecos que dejaban a sus espaldas y que aprovechaban las veloces piernas de Eliseu y Colunga. Por lo que no resultó extraño que Pulido acuchillara desde dentro del área y Colunga apuntalara la debacle.

En un ejercicio que resumió la temporada, el Villarreal se reactivó pero con retraso. Cazorla enganchó dos balones y Rossi definió dentro del área. Empate a tres dianas y ni siquiera escucharon el transistor; el Getafe le ganó la partida europea en Madrid. El Villarreal, que va a entrar en un periodo de austeridad porque de la cartera ya no asoman billetes, aguardar a la carambola, que el Sevilla quede quinto en la Liga y que gane la Copa para ampliar a siete los equipos españoles en Europa

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