El malestar por la continuidad de Díaz Ferrán llega a la cúpula de la CEOE

El malestar en amplios sectores empresariales por la permanencia de Gerardo Díaz Ferrán en la presidencia de la CEOE fue aireado ayer sin ambages por los grandes grupos de capital familiar del país. Pero más significativo resultó aún que, por primera vez desde el estallido de los problemas del dueño de Marsans, ese malestar asomara también de forma abierta en un debate en el seno de la propia patronal.

Un puñado de intervenciones redoblaron la presión sobre Díaz Ferrán -con alusiones más o menos directas- en el transcurso de la junta directiva posterior a la ejecutiva de la CEOE. Según un asistente, el presidente de la patronal se dijo "consciente" de que los problemas de sus empresas pueden perjudicar a la imagen de la CEOE e insistió en que intentará resolverlos "en un tiempo prudencial, breve", que no acotó.

El empresario se dice "consciente" de que sus negocios afectan a la imagen de la CEOE

Las patronales valencianas y catalana fueron las que más abordaron el tema, además de la Unión de Estanqueros, cuyo presidente, Manuel Fernández Vicario, reclamó a Díaz Ferrán "una solución para ya". El presidente de honor de la madrileña CEIM, José Antonio Segurado, minimizó el tema y afirmó que "sólo cuatro o cinco personas" habían pedido "meditar" sobre la gestión de Díaz Ferrán, y que "la inmensa mayoría" apoyaba su labor en la CEOE.

Juan Rosell, presidente de la catalana Fomento del Trabajo, la mayor de las territoriales de la CEOE junto a CEIM, trasladó "la preocupación de las bases" de esta organización por "el deterioro de la imagen de la CEOE". La patronal catalana no pidió, sin embargo, la necesidad de que Díaz Ferrán deje el cargo, a pesar de que miembros de su ejecutiva, de su junta y de su consejo asesor sí son partidarios de la dimisión de Díaz Ferrán y de que el tema sale cada vez que se reúnen. Otro miembro de Fomento, Joaquim Gay de Montellà, señaló que la situación ha llegado a un nivel difícil de sostener. Pero Rosell apoyó la continuidad de Díaz Ferrán.

Algunas fuentes de la CEOE atribuyen una actitud ambigua a la patronal catalana, en parte porque Díaz Ferrán posibilitó la recomposición de una relación rota (CEOE-Fomento) en tiempos de José María Cuevas; y en parte, por si Rosell, cuya relación con Díaz Ferrán es cordial, sigue albergando aspiraciones de sucederle, cosa que él niega. "No estamos por dimisiones, sino por trabajar. Lo importante es afrontar la crisis y el diálogo social", enfatizó el vicepresidente de Fomento Eusebi Cima. El debilitamiento de Díaz Ferrán cae en el peor momento. Fuentes de las patronales valencianas corroboraron que "solicitar ahora su renuncia sería inoportuno, pues aunque el caballo no sea el mejor, cambiar de montura a mitad de carrera es ser candidato a perder". No obstante, admitieron que la situación de Díaz Ferrán "contamina" la CEOE.

José Roca, presidente de la CEC de Castellón, solicitó abiertamente la renuncia, según fuentes empresariales, informa Miguel Olivares. Rafael Martínez Berna, presidente de COEPA de Alicante, expresó de forma más comedida el malestar. Pesa sobre la postura de COEPA las deudas acumuladas por Marsans con diversos hoteleros de Alicante.

Por la mañana, el empresario José Manuel Lara, dueño del grupo Planeta, había soltado que "no puede estar al frente de los empresarios alguien que está en procesos concursales y que está cogido por el Gobierno". Lara avanzó que el Instituto de la Empresa Familiar (IEF) y Fomento reclamarían su dimisión y que, si no dejaba el cargo, ambas actuarían "por libre". Fomento lo negó.

La junta directiva del lobby de empresas familiares emitió un comunicado en el que "reafirma públicamente la necesidad de que se produzca un cambio en la presidencia de la CEOE lo antes posible", visto el panorama de crisis y la "necesidad" de una reforma laboral. Este posicionamiento del IEF fue acordado ya el pasado 13 de enero, y el 16 de marzo su presidente Simón Pedro Barceló así se lo trasladó a Díaz Ferrán en una reunión privada.