Desnuda, pero forrada
ROB COX
A Pablo Picasso nunca se le consideró un financiero. Pero el artista español puede afirmar ahora haber dado una lección de finanzas. La venta por 106,5 millones de dólares de su Desnudo, hojas verdes y busto, precio récord para la obra maestra, subraya los dispares destinos de la economía financiera y la real.
Aunque Christie's no ha revelado la identidad del comprador del cuadro, ha sido casi con total seguridad un oligarca o magnate de los fondos de cobertura. El director de la casa de subastas hizo mención a la "fuerza de las compras de Rusia, China y Oriente Próximo". Christie's obtuvo unos beneficios casi un 30% superiores al mínimo de sus previsiones por la venta en Nueva York de 56 obras de arte.
Además, se hablaba de que la pandilla de nuevos pesos pesados del mercado, como el ruso Roman Abramovich, estaba pujando contra algunos de los coleccionistas más prolíficos salidos del mundo de los fondos de cobertura, entre ellos el fundador de Citadel Investment, Ken Griffin, y el inversionista multimillonario de Connecticut Steven Cohen. Aunque los consumidores en gran parte del mundo aún están saliendo con dificultad de la recesión, esta subasta tan espectacular tampoco es muy sorprendente. Puede que el mundo real aún se esté lamiendo las heridas, pero la economía financiera está en forma.
Los buenos precios de los activos financieros quizá signifiquen dinero fácil o la esperanza de que los recientes síntomas de fortaleza de la economía de Estados Unidos indiquen que ha iniciado una especie de recuperación en forma de V. Pero sea cual sea el motivo, los bonos basura vuelven a estar en paridad por primera vez en tres años y el índice S&P 500 ha repuntado casi un tercio desde las ventas de obras de arte del pasado mayo. En aquel momento, Sotheby's obtuvo un cuarto menos del mínimo que había calculado antes de la venta y no logró encontrar compradores para un cuadro de Picasso y una escultura de Alberto Giacometti.
En la subasta del martes hubo piezas que se quedaron sin vender, lo que lleva a pensar que cualquier burbuja que se produzca en el mercado del arte se centra en torno a artistas estrella como Picasso. Esto también parece razonable, particularmente en un periodo en el que las divisas se consideran vulnerables a los contratiempos estatales o al aumento de la inflación. Como explican los teóricos financieros, los objetos de valor que representan al dinero no tienen que tener valor intrínseco alguno, sólo una apreciación compartida. Y así es como la élite financiera mundial ha encontrado dónde almacenar su valor: en una señora desnuda de París. -
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