"El Rey es un paciente magnífico y confiado"
Josep Brugada, director médico del Hospital Clínic y responsable de coordinar el operativo del ingreso del Rey Juan Carlos, admite que el de ayer fue uno de los días más ajetreados de sus últimos años, sobre todo por las características del paciente. No era de un enfermo cualquiera. Al tratarse del jefe del Estado, Brugada era consciente de que la operación iba a provocar una avalancha informativa y de que podía despertar todo tipo de rumores. Ayer, a las ocho de la tarde, tras emitir el primer comunicado médico, afirmó a EL PAÍS: "Todo ha ido a la perfección", la operación quirúrgica y el dispositivo de comunicación.
"El estado anímico del Rey es fantástico. Confió desde el primer momento con todo el equipo médico y comprendió desde el principio la intervención que se le había de realizar. Desde este punto de vista, he de decir que es un paciente magnífico", señaló Brugada, en una conversación telefónica, en su primer receso del día.
El médico explicó que la operación, que duró dos horas y media, se practicó mediante una pequeña incisión intercostal, mucho menos invasiva que una apertura de la cavidad torácica, para alcanzar la parte superior del pulmón derecho. "Se trataba de una inflamación gramulomatosa, por eso los exámenes detectaron cambios en la lesión. Pero nada más. No había rastros de células cancerígenas. Sencillamente una inflamación", agregó. "Si hubiera sido más grave, habríamos tenido que extirpar los ganglios para analizarlos. Hubiera sido una intervención más complicada, con la extirpación del lóbulo del pulmón. Y no ha sido así", concluyó.
