Riestra se despide de Sevilla con la "espina" del 'caso Marta'

Tras una última etapa convulsa, Enrique Álvarez Riestra ha cesado a petición propia como jefe superior de la policía en Andalucía Occidental. El inaudito robo de 154 kilos de heroína y cocaína del corazón de la Jefatura Superior de Policía de Sevilla supuso un mazazo a la imagen pública de cuerpo. Al robo de la droga -del que el principal sospechoso es un ex agente de la Unidad contra la Delincuencia y el Crimen Organizado (Udyco)-, se le sumó hace un año y medio la desaparición y muerte de la joven sevillana Marta del Castillo, cuya investigación policial ha sido puesta en tela de juicio en numerosas ocasiones y en la que no se ha logrado encontrar el cadáver. "Son las espinas en el corazón del policía. No haber podido darle plena satisfacción a la familia de Marta del Castillo", admitió ayer en su despedida.

En el robo de la droga, la nula seguridad de los calabozos, que carecía de cámaras y de donde existía una llave duplicada a disposición de toda la Jefatura, ha sido su talón de Aquiles. Durante la investigación de Asuntos Internos, que provocó un terremoto interno en la Jefatura, numerosos mandos intermedios censuraron su escaso apoyo a los jefes de grupos imputados, un desamparo que Riestra corrigió más adelante al valorar ante la juez la labor diligente de sus agentes.

Tras seis años como jefe superior, Riestra se traslada a la embajada española en Rabat como agregado de Interior, un puesto con alta remuneración y muy bien considerado en el cuerpo. Le relevará Antonio Jesús Figal, actual agregado en la embajada de Rabat, por lo que ambos se intercambiarán los puestos.

La gestión de Riestra cuenta con el aval de las cifras y la delincuencia ha descendido en los últimos años. Según él mismo enumeró ayer, desde 2004 se han producido 7.000 hechos delictivos menos que en los seis años anteriores. "Además, la eficacia ha subido por encima del 35% en la resolución de casos denunciados, mientras que hace una década estaba por debajo del 20%", aseguró Riestra.

Los sindicatos alabaron ayer la gestión de la Jefatura desde 2004. "Alcanzamos muchos más acuerdos que en el pasado y siempre fue dialogante", expuso ayer José Méndez, del sindicato UFP. "Uno de los jefes con mayor formación policial", definió Manuel Espino, del SUP.

Figal hereda una plantilla con mayores medios y mejores cifras, pero también con un ambiente enrarecido desde que el Grupo VII fue desmantelado y la Udyco sufrió una radical reestructuración.