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Forcarei inaugura una planta química pionera abierta al mercado mundial

El centro investigará y producirá compuestos del silicio de múltiples aplicaciones

Forcarei quiere hacerse famosa con la última tecnología, importada directamente desde los Estados Unidos. Del otro lado del charco llegó en 2008 el telescopio del primer observatorio astronómico público de Galicia, con capacidad similar a la del famoso Hubble. Y desde Norteamérica ha regresado la saga de los Arén, decididos a situar el corazón de Terra de Montes en el mapa tecnológico europeo. Hoy mismo, y desafiando la delicada coyuntura económica, se inaugura la planta de ABCR Laboratorios SL, única en Europa en el desarrollo continuo de compuestos derivados del silicio, con aplicaciones que abarcan desde la farmacéutica hasta el automóvil y que, además, apostará por el I+D+i con ADN íntegramente gallego a pie de laboratorio.

Benigno Aréns planteó a ABCR la ubicación de la fábrica en su pueblo

La nave, que ya está operativa aunque no a pleno rendimiento, tiene una función doble. "Como centro de investigación y desarrollo y como planta de producción para comercializar estos compuestos derivados del silicio", explica el cofundador y gerente de la firma, Benigno Arén. Se trata de siliconas y compuestos organometálicos con aplicaciones para el automóvil o accesorios médicos, así como de tipo farmacéutico, nanotecnología, aditivos en colas, pegamentos, pinturas o cosméticos, revestimientos químicos y también en cromatografía. La novedad de la planta es que "trabaja a escala", apunta, un nicho de mercado que "no estaba cubriendo nadie en Europa". Sus destinatarios son, pues, "el mercado mundial".

Una inversión de 10 millones de euros, con la ayuda de fondos europeos, el Igape y Xesgalicia ha posibilitado levantar una planta de 5.700 metros cuadrados sobre una parcela de 20.000, situada en el polígono de Vilapouca. En junio de 2009 se colocaba la primera piedra, en un acto de marcado carácter internacional con la asistencia de representantes americanos y alemanes de la firma, y en presencia del alcalde de Forcarei, David Raposeiras (PP). Precisamente él fue quien desveló a un Benigno Arén aún adolescente los misterios de la formulación química. "Fue mi profesor de pasantía en 7º y 8º de EGB", recuerda el empresario, de 43 años.

"Mi abuelo emigró a Estados Unidos y se llevó a mi padre, yo nací allí y volví con 9 años", relata. Aquí permaneció hasta los 17, cuando puso de nuevo rumbo a las Américas. Una más de las muchas familias que abandonaron el rural gallego en busca de oportunidades y que ahora, generaciones después, vuelve con la maleta llena a la tierra de sus abuelos. "Todos los trabajadores son de la zona", anuncia: químicos, ingenieros... En total 9 personas, de momento. Con la planta a pleno rendimiento, las expectativas sitúan en varios cientos de toneladas la producción, además de tener en cartera diversos proyectos conjuntos con las universidades gallegas. Se trata de investigaciones para desarrollar aplicaciones sintéticas y otros aprovechamientos.

Por el camino quedan algunos quebraderos de cabeza, como la tardanza en contar con suministro eléctrico, que se consumó el pasado miércoles pese a que lo esperaban desde septiembre. Fue la penúltima piedra en un camino que empezó cuando Arén planteó a ABCR en EE UU la posibilidad de hacer un centro de producción en Europa "si había oportunidad de mercado". "Se confirmó que sí y yo propuse España". Más concretamente, Forcarei, un municipio con 4.219 habitantes, porque "conocía la zona y a ellos no les importaba el dónde, siempre y cuando fuera en territorio europeo".

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