Aranzubia echa una mano a Osasuna

A punto estuvo Osasuna de lograr la permanencia en el Santiago Bernabéu pero al final los deberes quedaron para casa. Las tareas importantes siempre quedan para casa. Allí, frente a un Deportivo sin paracaídas, el conjunto de José Antonio Camacho logró la permanencia un año más en Primera. Dos errores del portero visitante fueron una losa demasiado grande para el equipo gallego, que deambula ahogado en este tramo final de temporada. Osasuna llega en cambio con físico de sobra aunque con alguna vuelta de más por el camino. El Deportivo, por su parte, ya dejó suficientemente atado su sitio durante la primera vuelta del campeonato.

No es que los gallegos perdieran la cara al partido en ningún momento. De la mano de Valerón, cómo no, llegaron las mejores oportunidades de su equipo pero dos errores de Dani Aranzubia pusieron las cosas demasiado fáciles a Osasuna. Se adelantaron los locales por medio de Camuñas, que acertó a desviar un remate de cabeza de Pandiani delante de las narices de Aranzubia. El riojano se quedó inmóvil ante el remate del extremo cuando la pelota rondaba a escasos centímetros de sus guantes. No resultaron tampoco lo suficientemente firmes para detener minutos más tarde un remate blandito de Pandiani dentro del área pequeña que hacía inútil el gol marcado por Riki minutos antes.

La creación no era el principal problema del Deportivo. A pesar de las bajas, el equipo de Lotina armó un centro del campo capaz, dotado para el toque con la inacabable capacidad para el fútbol de Juan Carlos Valerón. El canario parece no haberse cansado de driblar, de exprimir su cintura hasta tumbar la del adversario. Bien secundado por Juca, el Depor asistía pero no remataba. Con Riki como única referencia Osasuna supo defender y aprovechar las pérdidas locales lanzando el balón hacia las bandas, donde Camuñas y Juanfran encontraban una y otra vez a un Aranda sobresaliente en el desmarque. Fruto de una combinación entre el ariete y alicantino nació el tercer tanto del partido. Una buena dejada del malacitano sirvió para que Juanfran cruzase con dulzura el cuero y sentenciase el partido. Recupera así su silla Osasuna y respira tranquilo José Antonio Camacho a costa de un Deportivo que da gracias porque tan sólo queden dos jornadas para que termine la Liga.