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36ª jornada de Liga

Messi supera a Romario

Jordi Quixano

Como no piensa en el rival hasta que lo tiene delante, Messi tampoco se propone metas ni hace promesas como en su día Romario. "Haré 30 goles", dijo nada más llegar al Barça el brasileño, de arrancada indomable y definición perfecta. Cumplió su palabra. Al contrario que O Baixinho, Messi no actúa de ariete. Pero se mueve con libertad y no falla cuando merodea el área rival. Y ya ha anotado 31 goles en la Liga, uno más que Romario (1993-1994), Eto'o (2008-2009) y Mariano Martín (1942-1943). El récord lo tiene Ronaldo, que materializó 34 (1996-1997). Al argentino, en cualquier caso, le quedan dos partidos.

Messi sólo se preocupa de jugar al fútbol. Por eso durante el calentamiento no se pone las espinilleras, un engorro para los controles, una molestia para la técnica. No deja de ser significativo, al tiempo, que cuando toca hacer pases siempre se ejercite con Alves, con quien comparte banda y rivales. Porque anoche, durante el primer acto, La Pulga volvió al costado derecho y no actuó como enganche. Un arma fructífera ante el Tenerife, que reculó sus dos líneas hasta el área y que exigió al Barça desplegarse con amplitud. Practicó, con sus diferencias, la propuesta del Inter, empecinado en borrar los pasillos interiores y las paredes en posiciones avanzadas. Pero el Tenerife no puso a un lateral -Mou alineó a Chivu- para retener las persistentes carreras de Alves. Un filón para Messi.

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Alves encontró una autopista por el ala, doblando a Messi y despegándose de Alfaro, a veces más pendiente de cogerle la espalda que la posición. El lateral centró, Ibrahimovic remató y Messi, que ya estaba en el área porque había generado el hueco para el lateral, acudió al rechazo. Gol. Y coronó la noche con un segundo tanto cuando moría el partido. Dos tantos que le arriman a la Bota de Oro (Rooney, Drogba y Di Natale cuentan 26 goles) y que le sitúan como el octavo goleador azulgrana (85) de la Liga, igualado con Escolà y a uno de Rivaldo. Muy lejos, eso sí, del líder, César (190); de Kubala (131) y de Eto'o (107). La 44 diana del curso: 31 en la Liga, ocho en la Champions, una en la Copa, dos en la Supercopa y otras dos en el Mundial de clubes. A cinco de los 49 de Ronaldo. En el segundo acto jugó detrás del punta y, al final, de ariete, remató otra noche triunfal.

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