Equipos gestores de la riqueza familiar
Los family office u oficinas familiares se desarrollan por primera vez es Estados Unidos a finales del siglo XIX como consecuencia de la riqueza generada por las empresas familiares tras la Revolución Industrial. La necesidad de gestionar y diversificar esta riqueza acumulada junto con la mayor complejidad de la estructura familiar implicada en el negocio y la demanda de otros servicios complementarios de tipo jurídico, administrativo y filantrópico lleva a los grupos familiares a constituir equipos de personas que asuman estas funciones que hasta entonces recaían en los administradores de confianza de la familia.
Podríamos definir por lo tanto family office como un equipo multidisciplinar e independiente de profesionales que presta sus servicios a una o varias familias para estructurar y gestionar el patrimonio familiar, asegurar la neutralidad e independencia de las decisiones, actuar de puente intergeneracional entre los distintos miembros de la familia y facilitar la unidad de servicios relacionados con la administración del patrimonio de cada miembro de la familia.
En función de la exclusividad requerida y la masa crítica patrimonial de cada familia existen diferentes tipos de family office:
- Los SFO (single family offices) dan servicio a una sola familia en exclusividad. Tienen la ventaja fundamental del control absoluto de todo el proceso pero el inconveniente de que se tienen que soportar todos los costes por lo que no se hace aconsejable para patrimonios inferiores de 100 millones de euros,
-Los MFO (multi family offices) comparten su estructura para servir a un grupo reducido de familias y aunque pierden algo de exclusividad permiten generar economías de escala por lo que permite el acceso a patrimonios a partir de 25 millones de euros. Estas entidades pasan de ser un centro de costes a un centro de beneficios cobrando unas comisiones por asesoramiento a las familias a las que prestan servicio y compartiendo entre todas ellas su estructura.
- Y por último estarían las divisiones de family office dentro de entidades financieras. Aunque el grado de independencia y dedicación es inferior a las opciones anteriores, estas entidades pueden apalancarse en sus recursos existentes de gestión y administración para acercar este tipo de servicios a un grupo más nutrido de familias al reducirse el importe a unos 5 millones de euros.
Aunque la demanda de un asesoramiento integral e independiente es claramente creciente en España, la principal barrera para el desarrollo de esta tipo de figuras es la reticencia por parte de las familias a pagar por unos servicios que hasta ahora consideraban que podían recibir de manera gratuita por parte de las entidades financieras donde tenían depositado su patrimonio y en algunos casos a la falta de visibilidad sobre el ahorro que supone la constitución de estas estructuras. Estos factores hacen que las comisiones que se están cobrando por este tipo de servicio sean aún muy inferiores a lo habitual en otros países con más tradición en este terreno. -
Jacobo Zarco es socvio de Atlas Capital.
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