Los socialistas acusan al PP de rechazar el uso del euskera en el Senado con ideas "estrambóticas"

Los tres senadores socialistas vascos, Lentxu Rubial, Roberto Lertxundi y Yolanda Vicente, reprocharon ayer al Partido Popular y a UPN que no votasen el miércoles a favor de la iniciativa que permitirá el uso de todas las lenguas oficiales de España en la Cámara alta, aprobada por el resto de partidos. Lertxundi recalcó que al PP, socio preferente del Gobierno de Patxi López, le va a costar explicar esta decisión en Euskadi, Cataluña, Valencia y Galicia.

Los senadores agregaron en una rueda de prensa en Bilbao que el PP usó "argumentos estrambóticos" para justificar su negativa. Las populares echaron mano de ideas que "nada tienen que ver con la política lingüística, sino con el nacionalismo, como si las lenguas fueran propiedad de los nacionalistas de aquí o de allí", añadió Lertxundi.

El portavoz del PP en el debate de anteayer, Juan Van Halen, aseguró durante el mismo que España "haría el ridículo mundial" si en la Cámara alta se tuviesen usar auriculares cuando todos los españoles comparten un mismo idioma.

Rubial precisó que la iniciativa pretende que el Senado se convierta en "una verdadera Cámara territorial". Una vez aprobada, la propuesta deberá pasar varios trámites, con lo que hasta pasado el verano no entrará en vigor.

Lertxundi defendió que el euskera "tiene que alcanzar unos niveles de normalización completos", por lo que la iniciativa resulta fundamental para los socialistas, aunque sólo seis de los 264 senadores sean euskaldunes. Vicente detacó que el uso de todas las lenguas potencia la democracia y que son patrimonio de toda la ciudadanía. Por tanto, no deberían usarse como arma de enfrentamiento, sino como unión entre los ciudadanos.

Sobre el debate sobre el coste de poner en marcha la iniciativa, los representantes socialistas explicaron que aún no se ha calculado a cuánto ascenderá. "Hay que mirarlo por el lado positivo. Se va a emplear a personas y empresas que se dedican a la traducción simultánea", dijo Lertxundi, quien añadió: "La democracia no depende del presupuesto".