Seis mil ricos menos en dos años

Los parados se cuentan por centenares de miles. Los menos ricos, por miles. Pero también se cuentan. Los clientes potenciales de banca privada en la Comunidad Valenciana eran 48.236 en 2007, según las estimaciones de Banif, una entidad del grupo Santander que atiende a clientes con un patrimonio líquido mínimo de 300.000 euros. Dos años más tarde, las estimaciones apuntan que habría 42.127 valencianos capaces de llegar a la ventanilla con 50 millones de las antiguas pesetas en el bolsillo, 6.109 ricos menos.

Alfonso Coloma, director de Banif para la Comunidad Valenciana y Murcia, definió 2008 como "la tormenta perfecta" desde el punto de vista financiero. Una sacudida que supuso la "volatilización de 1.000 billones de dólares en todo el mundo", según estimaciones de VIP Fórum, un equipo de consultoría de alto nivel con sede en Estados Unidos. Ese dinero "desapareció" literalmente.

"El inmobiliario ha sido el sector más generador de riqueza"

"Ahora, los clientes piden productos más sencillos y conservadores"

En la Comunidad Valenciana apenas desaparecieron unos 4.000 millones de euros, 3.945 millones según las estimaciones que Banif extrae al cruzar datos del Instituto Nacional de Estadística, Banco de España y La Caixa.

La mayoría de los clientes que ha perdido Banif en los dos últimos años habrían sido "empresarios que han sacrificado su patrimonio para intentar salvar su negocio", según Coloma, pero la discreción es clave en un servicio que atiende a unos 3.000 valencianos, personas jurídicas o sociedades de inversión (Sicav), que han depositado una cantidad media de un millón de euros.

En la actualidad, los clientes no acuden a los servicios de banca privada por la sencilla razón de que "no se crea riqueza". En años pasados, "el inmobiliario era el gran sector generador de riqueza". Ahora, con un millón y medio de viviendas en venta, nuevas o de segunda mano, no hay movimiento.

Las estimaciones de Banif apuntan que la mitad de los ricos valencianos viven en la provincia de Valencia (21.472) y una sexta parte en la ciudad de Valencia (6.945).

Los gráficos que reflejan la evolución de las cotizaciones en bolsa reflejan que hubo un punto de inflexión en marzo de 2009. Los datos de capitalización de las compañías cotizadas reflejan una notable alza a lo largo del año pasado, pero la contratación bursátil se mantuvo a la baja, muy a pesar de los gestores de grandes patrimonios. La tormenta perfecta en el mundo financiero ha dejado paso a un escenario mucho más conservador para los inversores. "Ahora, los clientes demandan solvencia".

Banif fue una de las entidades afectadas por "la primera quiebra de Lehman Brothers". El Banco Santander, matriz de Banif, alcanzó un acuerdo con todos los clientes que habían contratado productos con el banco de inversión estadounidense para canjearlos por otros depósitos a cambio de sus propios recursos. El volumen del quebranto nunca ha quedado claro, pero ha afectado a los resultados de Banif en los dos últimos años.

La banca privada intenta recuperar ahora a los "clientes asustados por la que estaba cayendo". Pero con paciencia. "Los clientes desconfían de la alta rentabilidad a corto plazo, ahora piden productos más sencillos y más conservadores".

La banca tradicional está empeñada en una batalla por captar depósitos, "la guerra del pasivo", y ofrece intereses bastante jugosos para atraer los ahorros de los clientes potenciales. Pero por norma los intereses siguen bajos y los técnicos de Banif vaticinan que se mantendrán en esa tónica. Claro que un cliente capaz de depositar 300.000 euros en una cuenta tiene garantizada una rentabilidad anual mínima del 4%.