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Crónica:LIGA DE CAMPEONES | Vuelta de las semifinales
Crónica
Texto informativo con interpretación

Poderoso Bayern

El equipo de Van Gaal se exhibe en Lyon con un 'triplete' de Olic

Poderosísimo Bayern. Dominador de principio a fin en Lyon, el cuadro de Van Gaal estuvo a la altura de su historia -cuatro veces campeón de Europa- y se plantó en una nueva final de la Champions nueve años después, desde aquella victoria en Milán sobre el Valencia. En su camino hasta Madrid, superó al Juventus en la primera fase y luego doblegó al Fiorentina con cierta fortuna y al Manchester United tras remontarle tanto en la ida como en la vuelta, cuando le preparaban el entierro.

Pero ha sido un equipo indomable, resistente a la derrota, catapultado por la solidez de Van Bommel, la potencia de Altintop, la brillantez de Robben y la voracidad de Olic, que ayer logró un triplete y se sitúa con siete tantos, a uno de Messi, como segundo goleador del torneo.

OLYMPIQUE LYON 0 BAYERN MÚNICH 3

Lyon: Lloris; Réveillère, Cris, Boumsong, Cissokho (Gomis, m. 46); Bastos, Makoun, Gonalons, Govou; Delgado (Pjanic, m. 68); y Lisandro (Ederson, m. 80). No utilizados: Vercoutre; Källstrom y Gassama.

Bayern: Butt; Lahm, Bastuber, Van Buyten (Demichelis, m. 46), Contento; Robben (Klose, m. 76), Van Bommel, Altintop, Schweinsteiger (Alaba, m. 78); Müller; y Olic. No utilizados: Rensing; Görlitz y Gómez.

Goles: 0-1. M. 25. Olic, a pase de Müller. 0-2. M. 67. Olic, a centro de Altintop. 0-3. M. 76. Olic, de cabeza.

Árbitro: Massimo Bussaca (Suiza). Expulsó a Cris (m. 62) por dos tarjetas amarillas. Amonestó a Gonalons, Altintop y Demichelis.

40.500 espectadores en el estadio Gerland.

El punta croata, con siete tantos, se sitúa a uno de Messi en la lista de goleadores

Un triunfo indiscutible de Van Gaal, que vuelve a una final europea 14 años después, desde la que perdió con el Ajax en 1996, un año después de haberla ganado ante el Milan con un gol del jovencísimo Kluivert.

El Bayern vino a mandar en Gerland y lo hizo desde el primer momento, imponiendo su estilo de amasar mucho el balón, moviéndolo de costa a costa, muchas veces al primer toque, para abordar la portería de Lloris. Avisó un par de veces Müller, desatado ayer en su afán de consagrarse entre los grandes. Falló en los dos primeros remates, pero, a la tercera, regaló el gol a Olic.

Fue una jugada magnífica: una pared entre Müller y Robben por la que el joven mediapunta alemán alcanzó la línea de fondo. Su centro atrás lo amortiguó Olic con la izquierda, de espaldas a la portería. Se dio la vuelta y marcó con la derecha. El delantero croata es un zurdo tan dinámico y polivalente, ofreciéndose siempre, por un lado, por otro y por el centro, que ha terminado por relegar al banquillo a Mario Gómez y a Klose, los dos puntas que se disputarán el puesto con Alemania en el Mundial de Sudáfrica.

Pese a las bajas de Demichelis, en el banquillo por un conato de lesión muscular, y del sancionado Ribéry y pese a la juventud de Badstuber, Contento o Müller, el Bayern jugó sin fisuras, muy junto y solidario, con un Altintop sobresaliente, aprovechando su zancada para impulsar desde el centro del campo el ataque.

Al igual que en la ida, el Lyon resultó decepcionante. Conservador en la forma y en el fondo, pese a que tenía la obligación de remontar el 1-0 de Múnich y pese a que sus propios jugadores, con el argentino Lisandro a la cabeza, le habían pedido al entrenador, Claude Puel, que diera un paso hacia adelante. No lo dio.

Sólo Delgado y Bastos se rebelaron contra la racanería de un técnico que reaccionó, qué remedio, en el descanso. Retiró al lateral izquerdo Cissokho para dar vuelo al delantero Gomis. Bastos se retrasó a la defensa. No le sirvió de nada. No había ningún plan de juego.

Mientras tanto, Van Gaal cambió a uno de sus centrales tocados (Van Buyten) por otro (Demichelis). Y siguió con la misma personalidad dictada por sus jugadores: un Robben rapidísimo que rompió a Boumsong antes de centrar al borde del área. La volea de Schweinsteiger susurró en el larguero. Desde el pico derecho del área, el extremo holandés se ha convertido en un jugador casi imparable. Se perfila hacia su izquierda y busca el disparo enroscado con su pierna buena.

Le tocó al portero Lloris sacar una mano muy abajo para evitar la sentencia alemana. La propició el central brasileño del Lyon, Cris, expulsado tras aplaudir al árbitro irónicamente. La secuencia era previsible. El Bayern lanzó su enésimo contraataque y Altintop coronó su gran actuación con un pase en profundidad a Olic, que entró entre los dos centrales y batió a Lloris con un disparo al primer toque con la izquierda.

Un gol con la derecha, otro con la zurda y el tercero con la cabeza. Olic presentó a un finalista muy poderoso.

Olic, en el momento de marcar el segundo gol del Bayern.
Olic, en el momento de marcar el segundo gol del Bayern.ASSOCIATED PRESS

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