"Volveremos a ser campeones"

Poco tenía que ver el frondoso Calderón de ayer con el que hace una semana vio caer a su equipo contra el Xerez, colista de la Liga. La afición se ha amoldado al ritmo que marca el Atlético, que muestra su mejor cara en las competiciones de ida y vuelta y que parece haber tirado la toalla de la Liga tras tres derrotas consecutivas.

El objetivo en la mente de los jugadores y la afición era dar un paso más para repetir presencia en una final europea 24 años más tarde de la Recopa disputada en Lyon, en la que el Atlético cayó ante el Dinamo de Kiev por 3-0. Entonces apareció Forlán, máximo goleador del equipo con 24 tantos, tres de ellos en la Liga Europa. Adelantó al equipo y el Manzanares, por encima de los 50.000 espectadores, volvió a ser el que era.

Un Calderón de gala, y con Felipe González en el palco, pudo por fin disfrutar de una victoria europea de su equipo. No ganaba en Europa el Atlético en su estadio desde que aquel 2-0 al Panathinaikos en la previa de la Champions, el 25 de agosto y con Abel Resino todavía en el banquillo, diera comienzo a un curso bipolar.

Nunca ha perdido el Atlético en casa contra un equipo inglés. En los ocho partidos que había disputado hasta ayer había ganado en cuatro ocasiones y empatado en otras cuatro. Suma ahora una nueva victoria. Los de Quique Flores, que definió esta eliminatoria como "igualada al 50%" antes del partido, han conseguido colarse en su primera semifinal europea en 11 años con unos datos tan poco vistosos como eficaces. Cinco empates y una victoria figuraban hasta ayer en la hoja de ruta del equipo del Manzanares, que, como le ocurre al Liverpool, ingresó en esta competición tras ser eliminado de la Champions.

Pero con la victoria de anoche la afición, que recibió al equipo con un mosaico en el que se podía leer "volveremos a ser campeones" y no dejó de animar durante el partido, se ve más que nunca en Hamburgo, en la final del 12 de mayo. Antes habrá que pasar la prueba de Anfield.