La revancha de Wesley

A Wesley Sneijder se le ve feliz en Milán. Su calva fue uno de los objetos de bromas favoritos en el entrenamiento de ayer por la tarde. Él responde a las bromas. Y se ríe. Entiende italiano pero todavía no se atreve a hablarlo públicamente. Ha adelgazado un par de kilos y es el jugador que ha cambiado al Inter de Mourinho. El equipo del portugués este año no ha perdido ningún partido con él en el campo.

"Estoy mucho más feliz aquí y ahora respecto a Madrid y al año pasado porque juego siempre y además a un buen nivel y eso a un jugador le hace feliz", comentó el centrocampista holandés de 25 años.

Sneijder abandonó Madrid en agosto. Ramón Calderón lo había fichado en verano de 2007 por 25 millones de euros. Manuel Pellegrini lo consideraba una pieza imprescindible para su mediocampo. Florentino Pérez y Jorge Valdano no. En el club sostienen que el holandés llevaba una vida muy poco ordenada, que no jugaba con continuidad y que se pasó su mes de vacaciones de juerga en Ibiza. Por eso quisieron hacer caja con él. Lo vendieron por 15 millones. El holandés se marchó dando la sensación de que lo hacía después de recibir presiones. "Ha sido una cosa muy rara, el míster me dijo que contaba conmigo. Pero el presidente, después de haberse gastado 250 millones, quiso venderme. Ya no era prioritario. Me han tratado muy mal", dijo en Barajas, con un pie en el estribo del avión.

"Mi salida del Madrid fue culpa de unos mafiosos"

Ha perdido un par de kilos y es fijo para Mourinho: lleva 34 partidos

Una vez en Milán se desahogó con un periódico holandés: "Mi salida fue culpa de unos mafiosos... Lo que está haciendo Xabi Alonso también lo podría haber hecho yo".

Luego se puso a las órdenes de José Mourinho. "Es un técnico que te hace mejor y mejor cada día", dijo. El holandés ha sido un fijo en el once de Mourinho. Ha jugado 34 partidos entre Liga, Copa y Champions y ha marcado 7 goles. Entre ellos el que valió la victoria en Moscú contra el CSKA en el partido de vuelta de los cuartos de final hace tres semanas.

"Llegué al Inter en un momento extraño", dice. "Venía de no jugar pero nada más empezar tuve buenas sensaciones. Con Mou hubo feeling desde el principio. El Inter de Mourinho no siempre juega bien pero es un equipo construido para ganar y para pelear y yo me siento muy a gusto en esta situación".

Sneijder, que llegó a Italia con muchas aprehensiones, reacio a las mudanzas y al cambio de costumbres, ha terminado instalándose en el equipo y fuera de él. A diferencia de muchos de sus compañeros, que prefieren las faldas de los Alpes, el holandés vive en el centro de Milán, muy cerca de la Via Montenapoleone, junto a la tienda de Luis Vuitton, en el mismo edificio que su compañero y compatriota Klass-Jan Huntelaar.

En el Madrid hay directivos que siguen convencidos de que el holandés en Chamartín no habría tenido importancia en el equipo. Que se habría dejado llevar esta temporada también por altibajos. Sneijder no quiso entrar en polémica ayer e incluso bromeó sobre la sede de la final del 22 de mayo. "¿Cuántos jugadores del Madrid le han llamado para pedirle por favor que elimine al Barcelona?", le preguntaron al holandés. "Nadie todavía", contestó mirando el reloj. Eran las 17.30. "Pero queda un día y seguro que esta noche alguien llamará...". Mourinho a su lado se mostraba optimista. "Lo de la posesión del balón es un dato que no me dice nada. Si gana quien tiene más posesión, pues ya hemos perdido, os lo digo...", soltó el técnico. Sneijder dice que disfruta viendo el Barça, incluso por la tele. "Es un fútbol especial... pero Mourinho prepara muy bien los partidos y mañana tendremos una táctica que nos permitirá destruirlos", comentó.

El holandés nunca ha disputado una semifinal de Champions. Hoy será su primera vez. Un periodista le comentó que había tenido un sueño: que Sneijder se enfrentara a Robben en la final del Bernabéu. "Yo soñaba con jugar la final contra el Madrid... pero eso sí que se queda sólo en un sueño", concluyó.