"Andalucía no pondrá barreras nacionalistas a las fusiones"

El primer año de José Antonio Griñán como presidente de la Junta de Andalucía ha estado marcado por la crisis, financiera en su origen y estructural en su desenlace. Y una de las consecuencias ha sido la reorganización forzosa del mapa de las cajas de ahorro en España. También en Andalucía. En estos 12 meses Unicaja y Cajasur han anunciado y avanzado -a trompicones- en una complicada fusión en la que también se integra Caja de Jaén; Cajasol ha anunciado y avanzado -bastante más rápido que la malagueña y la cordobesa- su unión con Caja de Guadalajara; y el verso suelto que quedaba, CajaGranada, parece que va camino de una gran alianza con Cajastur, Caja Murcia, Caixa de Baleares, Caja Cantabria y Caja Extremadura.

El PP considera positivo que la entidad dé pasos para fortalecerse

La Junta y Griñán ven con buenos ojos esta última posibilidad. El presidente autonómico dejó ayer claro que "no será" la Junta la que "ponga barreras nacionalistas que terminen luego sofocando la posibilidad de pervivencia de cajas de ahorros".

El Gobierno andaluz tiene el derecho de veto en las fusiones y ya lo esgrimió cuando Cajasur dejó caer la posibilidad de unirse con Caja Murcia en junio del año pasado. De esta supuesta fusión nunca se llegó a presentar un sólo papel en el consejo de administración de la caja cordobesa. La Iglesia -que controla Cajasur- no ha ocultado, sin embargo, su rencor hacia el Gobierno autonómico por haber vetado aquella posibilidad, que consideraba más ventajosa para sus intereses.

En el caso de CajaGranada, la Junta no tiene intención de bloquear la unión. Griñán detalló ayer que la fórmula por la que se decanta la entidad granadina "no es mala" ya que aporta "más tranquilidad" y respeta la singularidad y la obra social. El presidente autonómico dejó claro que, en la actual situación financiera, es complicado que puedan sobrevivir las cajas con "pequeña dimensión". E hizo una defensa del modelo de cajas de ahorro, que ha demostrado ser "eficiente" y "bueno para los ciudadanos y para la economía".

El caso de la entidad con sede en Granada tiene sus peculiaridades, porque hasta ahora existía un consenso amplio entre los grupos políticos y los agentes sociales para seguir manteniendo su independencia a toda costa. Pero el presidente de la caja, el ex alcalde socialista de Granada Antonio Jara, ya dijo la semana pasada que en este contexto de crisis no es posible "ignorar" las fusiones y "mucho menos ausentarse del escenario" actual. Fuentes de CajaGranada han confirmado contactos con Cajastur y las demás implicadas. Esta es una de las posibles alianzas que está barajando.

Los dirigentes políticos granadinos fueron ayer prudentes. El PP, a través de su presidente, Sebastián Pérez, afirmó que el paso dado está "bien dado" porque todo lo que sea "fortalecer" en esta situación de especial dificultad será bueno. Eso sí, advirtió que se debe respetar "a los trabajadores, la lealtad territorial y la naturaleza social con la que nació la caja", informa Valme Cortés. El alcalde de la capital, José Torres Hurtado (PP), pidió que se gestione con "inteligencia" su posible integración.

Y los empresarios reclamaron "cautela". El presidente de la Confederación Granadina de Empresarios (CGE), Gerardo Cuerva, abogó por esperar a que "sean los órganos de gobierno los que comuniquen cualquier cambio", si bien aseguró que la CGE va a respetar las decisiones que adopten porque "se hará por el bien de Granada".