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Reportaje:33ª jornada de Liga

"Vamos a ir a muerte"

Los jugadores del Madrid ven el título a su alcance y se conjuran para sumar 98 puntos, los máximos posibles

Diego Torres

Fue una noche de persecución, ovaciones y declaraciones de buena voluntad en las zonas nobles del Bernabéu, donde Jorge Valdano elogió a Higuaín. El estadio acababa de despedir a su goleador puesto en pie, con una ovación cerrada, cuando el director general del Madrid salió a escena: "Crece partido a partido. No sólo como goleador, sino también en otras facetas del juego". El argentino, que ha marcado 25 goles, se ha convertido en uno de esos talismanes del madridismo y en un caso problemático para el club, que quiere renovarle el contrato, pero pagándole la mitad de lo que cobra Benzema.

Ayer, Higuaín hizo mucho para que le reconozcan el valor que cree tener. "Pude meter otro gol", dijo, sin reprimir la sonrisa, embutido en dos llamativos botines rojos; "ahora quedan cinco partido como cinco finales y hay que seguir así. Toda la prensa había dado la Liga por finalizada tras la derrota en el clásico, pero hemos demostrado lo contrario. Ahora estamos a un punto del Barça y vamos a ir a muerte. Nuestra meta son los 98 puntos. Algo nunca visto. Si el Barça gana la Liga, que sea sumando más". El vestuario blanco se ha prometido lograr ese número mágico. En la planta superior, Valdano fue más poético: "Estamos a un fallo del Barça. Tenemos que esperar que falle y no fallar nosotros".

Un error es la distancia que separa el fracaso del éxito. Justamente al error ha tenido miedo Manuel Pellegrini esta temporada. Ha sentido que vivía amenazado por fuerzas superiores e incontrolables que castigaban cada error del equipo como si fuese un error personal suyo concentrando las causas de cada desgracia, de cada decepción, en el entrenador. Anoche compareció en público con su habitual aspecto exangüe, casi abatido por el esfuerzo mental, pero siempre dispuesto a dar una imagen digna de sí mismo y del club. Hablando del juego del equipo, fue extraño verle hacer una de sus pocas confesiones: "Durante estos meses he intentado definir una mecánica de juego. Quizá hemos practicado un fútbol más directo de lo que mucha gente pretendía, pero sólo he intentado adecuar el funcionamiento del equipo a los jugadores que tenemos".

Con esto quiso decir sin decirlo, con mucho tacto, que Kaká no es ni el enganche ni el líder que muchos supusieron y que Sneijder y Robben habrían sido útiles como predijo. A falta de estos elementos y sin un plantel que le ofrezca alternativas para tener más el balón, explicó que ha hecho lo que ha podido. Cuando le cuestionaron su escasa confianza en Guti, al que ha dado la titularidad desde hace dos jornadas, el chileno también adoptó una postura diplomática. "Yo observo a los jugadores en los entrenamientos y pongo a los que están mejor", apuntó; "me alegro mucho por Guti porque ahora está pasando por un buen momento. Por eso está jugando".

Guti habría objetado estas palabras porque considera que estaba bien desde hace un mes, incluso para disputar el clásico como titular. Pero se marchó por la puerta de atrás para no hacer declaraciones. Quizá, porque tenía cosas más urgentes que hacer. Mientras tanto, Pellegrini seguía reflexionando y rechazaba la idea de que el Madrid hubiese jugado un partido especialmente bueno: "Hemos jugado así todo el año. En el Bernabéu ganamos 15 encuentros de 16. Lamentablemente, perdimos contra el Barça pero el equipo ha demostrado entereza para levantarse tras el golpe. Ahora veo a los jugadores exactamente igual, con la misma fortaleza que han demostrado siempre".

Ramos habló desde su posición de capataz, esa que tanto le gusta ejercer cuando juega en el centro de la defensa: "Al Barça le queda otra salida complicada, a Vila-real, y nosotros tenemos que intentar aprovecharlo si tropieza. Siempre dijimos que los tres puntos del clásico no serían la clave. En Cornellá se probó que nadie gana con la camiseta. No podemos tirar la Liga. Tras luchar todo el año, sería una pena perder por tan poco. Ahora sólo pensamos en ganar al Zaragoza. Debemos ir jornada a jornada".

El entrenador valencianista Unai Emery dijo que pretendía que su equipo se defendiera atacando: "No sacamos el potencial ofensivo que tenemos y a partir de ahí sufrimos en la defensa".

Marcelo despeja una pelota que pretendía alcanzar Joaquín
Marcelo despeja una pelota que pretendía alcanzar JoaquínAFP

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Sobre la firma

Diego Torres
Es licenciado en Derecho, máster en Periodismo por la UAM, especializado en información de Deportes desde que comenzó a trabajar para El País en el verano de 1997. Ha cubierto cinco Juegos Olímpicos, cinco Mundiales de Fútbol y seis Eurocopas.

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