La erupción de un volcán islandés paraliza los cielos de Europa

La nube de ceniza procedente de la erupción de un volcán en Islandia dejó ayer en tierra a decenas de miles de personas en al menos una docena de países europeos, entre ellos España. Más de 5.000 vuelos fueron cancelados por el cierre de aeropuertos del norte de Europa. Las autoridades islandesas no descartan que el caos se prolongue hasta el domingo. La nube, de entre 6 y 11 kilómetros de longitud, ha forzado a Reino Unido e Irlanda a cerrar sus espacios aéreos, algo inédito en la historia de ambos países. Ni siquiera sucedió tras los atentados del 11-S, que llevó a Gobiernos como el británico a suspender todos los vuelos como medida de precaución.

El volcán en erupción, situado bajo el glaciar Eyjafjalla, ha lanzado nubes de ceniza a una altura de entre 5.500 y 11.000 metros. Las nubes no representan un problema para la salud porque la ceniza llegará al suelo de forma diseminada. Pero sí son una amenaza mayúscula para la aviación porque las partículas de roca, cristal y arena pueden dañar el fuselaje y, sobre todo, bloquear los reactores. Fue eso lo que ocurrió en 1982 cuando un Boeing 747 de British Airways que sobrevolaba un volcán en Indonesia sufrió durante varios minutos el bloqueo de sus cuatro reactores, aunque los pilotos los volvieron a encender y pudieron aterrizar sin problemas. Desde entonces, no se vuela a través de las cenizas.