El anuncio menos rentable de Tiger
El golfista explota su pena para Nike y su esposa le abandona otra vez
Siempre hay una última gota que desborda el vaso. Elin Nordegren, más conocida como la ultrajada esposa sueca de Tiger Woods, parece haber llegado a su límite con el pretendidamente aleccionador anuncio de Nike con el que su marido planea reconquistar su imagen de niño bueno.
Las decenas de infidelidades perpetradas por Woods -y que muchos consideran que no había manera de que no fueran del conocimiento de la esposa - parecen haber sido pequeñeces si se tiene en cuenta la humillación que ha sentido Nordegren al ver en pantalla el vídeo de Nike.
Esa es la tesis que mantiene la revista People, que informa en su página digital de que la ex modelo ha abandonado el hogar conyugal en Florida tras la conclusión del Masters de Augusta, donde Woods acabó en cuarto lugar. Tiger demostró en esta competición que mantiene su nivel de juego pese a su crisis personal.
Nordegren se ha marchado sola a un destino desconocido. Los niños se han quedado a cargo de la niñera. "No me sorprendería nada que pidiera el divorcio", asegura una fuente cercana a la pareja citada por People. Hasta el momento, todo son rumores, ningún juzgado ha recibido la petición de separación, ni se ha iniciado ningún trámite.
"Elin se enfadó terriblemente cuando vio el anuncio", asegura la misma fuente. Con cara triste, Tiger Woods soporta sobre un primer plano en blanco y negro la reprimenda de su fallecido padre, cuya voz se oye de fondo. "Tiger, soy propenso a ser inquisitivo para promover la discusión. Quiero saber en qué estabas pensando. Quiero saber qué sientes", se escucha decir al padre del jugador. "¿Aprendiste algo?", le cuestiona con voz grave.
La mujer de Woods no acompañó a Tiger -"no podía ser de otra forma", insisten sus más íntimos- al Masters que concluyó el pasado domingo. Sus amigos aseguran que se siente defraudada de nuevo por su todavía marido. Cuentan que ella creyó que Tiger iba a dedicar más tiempo a rehabilitarse de su adicción al sexo antes de volver a la competición golfista. Ahora piensa que todo fue una pantomima.
Tras la fatídica noche de Acción de Gracias del pasado noviembre que fue el pistoletazo de salida para el descubrimiento de la doble vida del deportista, Woods contempló cómo su idílica imagen profesional, personal y familiar, se hacía añicos. Los patrocinadores le abandonaron. Los tabloides le degollaron. Y las amantes vendieron hasta el más íntimo y jugoso detalle de sus relaciones de alcoba.
El anuncio de Nike es el primero que Woods graba y emite desde el inicio del escándalo. Puede que Nordegren desee que sea el último en el que ella figure como esposa del protagonista.
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