La trama corrupta intentó implicar a Mercadona en un negocio en Canarias
Álvaro Pérez recibe una de sus últimas misiones el 15 de enero de 2009. Faltan 22 días para que la red corrupta quede al descubierto por la intervención policial. Pablo Crespo, número dos de la trama, llama a El Bigotes desde Madrid para contarle que el abogado Manuel Delgado, cuyo nombre aparece reiteradamente en el sumario, tiene un problema con un local comercial en Fuerteventura: necesita venderlo rápidamente para hacer caja e impedir que termine en manos del Banco Santander. La solución, le explican a Pérez, sería que Mercadona lo comprara. "Ese es un local de unos cuatro millones de euros", afirma Delgado, "porque tiene muchísimos metros, más sótano, más no sé cuántas plazas de parking, la hostia".
Crespo encarga a El Bigotes que ponga en práctica sus habilidades como conseguidor. El intento de negocio queda en nada, pero pone de relieve el modo de operar de la trama y su facilidad para acceder a mediadores secundarios muy cercanos al Gobierno valenciano. La primera idea de Pérez es acercarse a la cúpula de Mercadona a través de Pedro García, en ese momento director general de Ràdio Televisió Valenciana y hombre muy próximo al presidente Francisco Camps, que dimitió en agosto de 2009.
Al final, sin embargo, la vía aparentemente más fructífera es la de Vicente Cotino, presidente del grupo Sedesa, uno de los cinco constructores valencianos denunciados por financiar ilegalmente al PP, adjudicatario de obras millonarias por parte de la Generalitat y sobrino del vicepresidente tercero del Consell y consejero de Medio Ambiente, Agua y Urbanismo, Juan Cotino.
Entre el 15 de enero y el 3 de febrero Pérez habla tres veces con Vicente Cotino e intercambian algún SMS sobre el tema. El Bigotes, que como muestran las grabaciones tiende más bien a exagerar, pretende convencer a Cotino de que el negocio es más sencillo de lo que probablemente era: "La delegada que ellos tienen allí [en Canarias] está interesadísima, lo que necesitan es un achuchón", le cuenta.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.