El PP vasco marca mayores distancias con los implicados en el 'caso Gürtel'

El PP vasco se esfuerza en poner distancia con respecto a los miembros del partido imputados en el caso Gürtel y en reforzar un discurso que, desde el principio, ha ido unos pasos por delante del de sus líderes nacionales y de otras comunidades autónomas. Ayer fue su secretario general, Iñaki Oyarzábal, quien dejó ver, aunque en términos políticamente correctos, que Luis Bárcenas, el ex tesorero popular, debería renunciar a su escaño en el Senado y el partido dejar de pagar su defensa.

"Me parecería lo lógico, en la medida que se puedan ir confirmando las acusaciones que se le han hecho, que deje el escaño, por supuesto", señaló en una entrevista en ETB. Oyarzábal salvó la actuación del presidente del partido, Mariano Rajoy, que defendió como correcta y aconsejada por la "prudencia", pese a las críticas que viene cosechando por sus silencios y vacilaciones.

El pasado jueves, Rajoy remitió al Grupo Popular en el Senado la decisión sobre el escaño de Bárcenas en la Cámara alta.

Oyarzábal se mostró partidario también de que el PP "revise" la decisión de hacerse cargo del coste de la defensa de su ex tesorero nacional, una vez que éste ha causado baja temporal en la formación. "Si no es militante del PP, creo que el partido tendría que reconsiderar eso", apuntó.

El número dos de los populares vascos fue la primera voz que se elevó hace dos años ante el órdago de su entonces presidenta, María San Gil, que pudo tener un efecto letal sobre el PP en Euskadi. Ahora parece apuntar también una visión adelantada. Le ayuda el hecho de no tener ninguna responsabilidad nacional y de que no están manchadas por el escándalo las principales administraciones que el PP ha controlado en Euskadi: la Diputación alavesa y el Ayuntamiento de Vitoria.

Pensando en Álava

El caso Gürtel preocupa a los populares vascos, que tienen en Álava su principal aspiración ante las elecciones forales del año próximo y donde el PNV está tocado por la imputación por cohecho, tráfico de influencias y blanqueo de capitales de dirigentes y cargos institucionales, obligados a dimitir hace tres semanas.

El PP quiere evitar a toda costa que Gürtel le iguale con su contrincante ante la opinión pública. Oyarzábal insistió en el mensaje de que tras la trama no hay una financiación irregular del partido, sino "una serie de sinvergüenzas" a los que hay que "apartar" y para los que pidió "todo el peso de la ley". Citando a su presidente, Antonio Basagoiti, hizo suya la "repugnancia e indignación" que expresó éste ante la trama, mientras los concejales vascos "se están jugando el tipo, poniendo en riesgo su vida y la de sus familias, por defender unas ideas".